domingo, 23 de noviembre de 2014

LAS ALAS TIENEN NOMBRE DE MUJER

Qué ganas de no tener que seguir escribiendo sobre esto. El 8 de marzo, el 19 de Noviembre (maltrato infantil), el 25-N (maltrato a las mujeres)... demasiados días ocupan el calendario con la falta de equidad y de respeto, y la crisis económica ha agudizado ese desequilibrio. Por eso creo que tenemos que ser activ@s, no ceder terreno y sí ganarlo: ¡Entre todos podemos cambiar las cosas! Hacer de este mundo un lugar más habitable y feliz...



Texto: Cristina M. Sacristán




"Si crees que eres demasiado pequeño como para causar impacto,
eso es que no has dormido en una habitación cerrada con un mosquito"
Proverbio africano



Campaña de Oxfam Intermón: millones de niñas del mundo recorren kilómetros en busca de agua. El tiempo en que deberían estudiar.




  ADAMA, Senegal. 21 de noviembre de 2010. Adama está jugando con eso mientras se baña. No sabe qué es, pero le parece divertido, y siente algo similar a cuando bebe leche dulce de oveja... Le gusta mucho. Su madre la sorprende y la zarandea, soltando gritos. Le explica que eso es malo y que, como al resto de las niñas, se lo van a extirpar. Con una cuchilla. El cuerpo de Adama se estremece y se le quitan las ganas de jugar de golpe...

  Adama no entiende por qué se ha enfadado tanto su madre. Ni por qué sus ojos lloran, rodeados de arrugas y canas. Pero está asustada, y comprende que si no se divierte, si actúa como su madre, salvará la vida. Así, silenciosa, como casi siempre, caminará durante horas para acceder a un riachuelo y llenar un balde de agua, que luego posará en su cabeza para regresar al campamento, donde ayudará a su madre y sus hermanas a cocinar, limpiar, atender a los hombres. La mayoría de ellos tienen varias esposas. Como su padre, Jean.




Diferencias en la infraestructura educacional de un país muy desarrollado y otro, muy retrasado.



  SHARBAT, Afganistán. 22 de noviembre de 2011. Sharbat corre a guarecerse a su casa. A su mejor amiga le han quemado la cara con ácido por ir a la escuela. Ella atesora dos libros raídos como si fueran oxígeno para respirar. Le ha costado mucho aprender a leer y ahora quiere aprender a escribir. Una mujer de una ONG que ayuda a menores, y que antes trabajó con niñas en Senegal, les ha explicado en clase que unos europeos han abierto una escuela en Kabul para que las niñas tengan asegurados los estudios. Se llama Cometa.
  Acometer una escuela de enseñanza integral en Kabul no está siendo fácil, y toda ayuda (donativos, crowfunding, etc.) es imprescindible para que el proyecto perviva y no sea dinamitado por los fundamentalistas regresivos.
  La mujer de la ONG le ha explicado a Sharbat que Malala ha contado en Estocolmo y Estados Unidos, a todo el mundo, cómo casi la matan por defender la Educación de las niñas. Que en Darfur pueden ser violadas si salen de casa a por agua. Que los gitanos rumanos las tratan peor que a burros de carga. Que en India son denostadas y vendidas... pero que incluso en España algunos hombres matan a sus mujeres por sentido de la posesión. Sharbat guarda sus libros debajo del colchón, para que nadie se los quite. Presiente que son como un pasaporte; que quizás un día, con su ayuda, pueda vivir en algún país nórdico y no tener miedo, a diario, a que desfiguren su cara por querer leer y aprender.



Publicidad franquista sobre cómo ser una esposa complaciente. En 'La sonrisa de Mona Lisa' se ve que en EE.UU. era parecida...



  MARÍA, Almería. 23 de noviembre de 2012. A la madre de María la pegaba su padre. Delante de ella y de su hermano. Él se emborrachaba y siempre prometía, después de las palizas, que iba a cambiar. Pero nada cambiaba nunca.
  Así que María se fue de casa en cuanto pudo, muy pronto, y se casó con Juan. Como en las películas de Hollywood, él se portaba como un caballero siempre, la agasajaba y le hacía sentir como una reina. Ella no podía imaginar por qué había tenido tanta suerte, vaciada como estaba su madre, destruida. Juan, además de maravilloso, era su salvación. Así que se casó con los ojos cerrados con él. Al principio todo resultaba perfecto, como una ficción rosa con happy end, pero pasados unos meses él empezó a gritarle, a recriminarle por llevar una falda "corta", o por detenerse demasiado tiempo en la calle tras la compra... Se convirtió en el vigilante de sus movimientos.

  Un día, María se encontró con un amigo de la infancia y fueron a tomar un café, para contarse la vida. Juan les vio y, tras meter un puñetazo a su interlocutor, tiró de un bofetón al suelo a María. El golpe le rompió dos dientes y, al caer, se fracturó la muñeca.




Simone de Beauvoir (dcha.) buscó su camino lejos de Sartre (izda.), para más adelante poder convivir en pie de igualdad.



  AMAIA, País Vasco. 24 de noviembre de 2013. María conoció a Amaia a través de una prima suya. Incluso la invitó a su boda. Siempre la admiraba, por lo independiente que era. Así que, al aumentar la agresividad de Juan, la llamó por teléfono a ver si le podía dar algún contacto para defenderse de él.
  Cuando ya María consiguió la orden de alejamiento para Juan, se encontró con Amaia para charlar, pasar el día juntas y que le contagiara su capacidad para no ser como ella. Le planteó que quizás debería trasladarse al Norte, con la confianza de que las mujeres fueran más respetadas allí.
  Amaia le explicó que no había ningún Edén en su tierra, que sus sueños estaban siendo dinamitados. Había sacado su licenciatura con unas notas impecables, y al cabo se había enamorado de John. La familia de John era de New Jersey, pero él llevaba muchos años ejerciendo como ingeniero en Bizkaia. Se fueron a vivir juntos, mientras ambos se desarrollaban profesionalmente. Viajaban, visitaban exposiciones, iban al teatro y al cine... Todo era perfecto. Pero, pasado un tiempo, cuantos mejores trabajos iba acometiendo ella, más reproches empezó a recibir de él. Cada vez la presionaba más, especialmente cuando la veía concentrada, con sus papeles. Un día, discutieron tanto que ella acabó llorando de desesperación:

  - Pero, ¿se puede saber qué es lo que quieres de mí?- le preguntó.
  - ¡Que me hagas más caso que a tu carrera!-, le gritó John, con el ceño fruncido, con rabia. Con una expresión que Amaia nunca antes había visto.
  Ella se encontró contra las cuerdas. Miró largamente por la ventana, mientras él la apremiaba para recibir una respuesta.
  - Mi carrera... es como mis células, como mi pelo o mis ojos: forma parte de mi persona. ¿Quieres también que me arranque un pulmón por ti? ¿Por qué, para qué? Tú también estás centrado en tu carrera, y yo te aplaudo y apoyo...
  De pronto, como un resorte y en tensión, John se puso de pie. Y con una mirada oscura, de odio, le espetó:
  - Pues entonces, ¡cásate con tu carrera!
  Y, sin decir más, salió por la puerta dando un sonoro portazo.


  Amaia lloró durante muchos días. Ella, que creía tenerlo todo, había idealizado a John: pensaba que era un hombre moderno, progresista, cosmopolita... con el que poder compartir sueños y crecer. Pintar juntos un lienzo libre y creativo. Y, ahora, él le había obligado a elegir, como en el franquismo, como en los países menos desarrollados, como en la peor de sus pesadillas...




Unas niñas corren, driblando el balón, a pesar de la incomodidad de sus túnicas y velos. (Meet Iran)


  Poco a poco, Amaia recuperó la fuerza y el Norte. Y eso que su madre le aconsejaba que reconsiderara su postura, que John era "un buen hombre". También alguna amiga le preguntó que qué quería. Que en todas las parejas hay negociaciones. Pero Amaia se preguntaba por qué era condición sine qua non que las mujeres admiraran a los hombres, les apoyaran, pero en cambio renunciaran a parte de sus sueños y anhelos para 'atenderles'. ¿Acaso eran bebés?
  Y comprendió que no tenía que ceder ante ese chantaje secular. Y que ella siempre había sido su mejor pareja. Que John era una anécdota en la trayectoria de su vida. Que en realidad podía haber sido su compañero soñado, pero que él no había querido ese rol. El rol de auparse mutuamente. Que él necesitaba sentir que ella era "menos" que él, para reafirmarse. Como tantos y tantos hombres...

  Así que Amaia se fue de crucero, pasó unos días en un spa, volvió a acudir al gimnasio, cambió de peinado, se compró una ropa bonita y regresó a trabajar con muchas ganas. Y, por fin, terminó su tesina. Su vocación era un amor que nunca la abandonaba...
  Un día se encontró en el ascensor con el vecino del 3º, ese jubilado cojo y algo encorvado, que siempre había sido tan educado. El vecino se le inclinó peligrosamente y le dijo "Qué maja te estás poniendo. Si ya digo yo que estáis mejor sin novio...". Menos mal que las puertas del ascensor se abrieron, porque la curvatura del vecino se había pronunciado en exceso y ella tenía últimamente los bíceps en forma...
  Otro día, una vecina le preguntó qué tal estaba. Y, como no sacaba prenda a Amaia, le soltó "Bah, estás mejor sin un hombre. Sólo dan problemas. Así no tienes que aguantar a nadie"... Pero Amaia leía en los ojos de la vecina cierto letrero, algo así como "Te falta lo que completa a una mujer que se precie en esta sociedad".
  La verdad es que las vecinas de vez en cuando le daban la tabarra con sus insidias, pero lo que más le preocupaba a Amaia era el cambio de actitud de uno de sus jefes. Le guiñaba el ojo, le halagaba los vestidos y un día, sin más ni más, le invitó a cenar en un restaurante caro. Ella rehusó, y se dio cuenta de que sus ideas, a las que tanto costaba penetrar en una jefatura en su mayoría masculina y conservadora, estaban en peligro de ser condicionadas.
  Así que cada vez se apoyó más en una de sus jefas. Dinámica y luchadora, su jefa parecía darle cancha y aprovechar la gran creatividad de Amaia.
  Hasta que en un par de ocasiones le puenteó dos proyectos.
  Lo comentó con un par de amigas de diferentes gremios y contaban experiencias muy parecidas.
  En ese momento, Amaia comprendió que las mujeres con poder habían sufrido tanto para conseguirlo que muchas veces acentuaban la obstrucción del empoderamiento de otras mujeres, al sentirse amenazadas. Y que muchas de ellas, como Margaret Thatcher, tan sólo eran 'aceptadas' por el emporio masculino porque respondían a sus expectativas. Reforzando así el círculo vicioso eterno de El mundo en manos de los hombres. Perpetuándolo.


  - "Entonces, ¿crees que no hay solución?", preguntó muy asustada María.
  - "Sólo queda seguir luchando, sin rendirse...", respondió Amaia, cogiendo aire con fuerza...
  - "...por ser, de una vez por todas, sin rebajas, las protagonistas y dueñas de nuestras vidas", apostilló, meditabunda pero lúcida, María.

  Y brindaron con una copa de vino por tan acompasada conclusión.
  En el horizonte, un atardecer rojizo, intenso, parecía enfurecerse porque llegaba la noche... Pero era bello, vivo. Prometedor de un día siguiente mejor...




Unas niñas juegan, alegres, en pleno centro de Zagreb.


  Amaia se estableció por su cuenta. Al principio ganaba menos dinero que antes, pero reemprendió su andadura, libre, a todo riesgo, con sus ideas y conocimientos bajo el brazo, metiendo muchas horas, reciclándose... Persiguiendo sus sueños y sintiéndose plena como nunca antes se había sentido.
  María se ayudó de algunos asesores y, avispada, empezó a trabajar en lo que siempre había querido: en una ONG de apoyo a menores. Su labor y la autonomía económica le proporcionaban mucho oxígeno. Todos los meses mantenía contacto con Amaia y se daban ánimos la una a la otra.
  Incluso empezaban a colaborar en un proyecto firme para asegurar la educación de las niñas en África...
  Habían tonteado en alguna ocasión con algún hombre, pero nada importante. No eran una prioridad ahora...




"If you kiss me, I´ll become a handsome prince". "I prefer a fog that talks".



  25 DE NOVIEMBRE de 2014. Cualquier lugar del mundo. Acaba de nacer UNA NIÑA. Tiene una mirada inteligente, se le adivinan muchas capacidades... Suerte y, ante todo, fuerza, para luchar por tu Libertad, sin dar marcha atrás, a pesar del fuerte viento que soplará en contra en todos los desiertos... Sin dejar que te digan, nunca, nadie, quién has de ser.




Humanity has 2 wings: one is woman and the other man. Until both wings are equally developed, humanity can not fly.




Para más información:
Algunos pensamientos violetas  (El Tintero, 25 noviembre 2013)
- Campaña de Intermón Oxfam de construcción de pozos para que millones de niñas no tengan que recorrer kilómetros en busca de agua, restando tiempo a su escolarización. SMS al 28018, con la palabra AGUA.
- Entrevista a Josune Muñoz en la revista Emakunde: La literatura eclipsada (enero 2014)
Reportaje sobre la escuela igualitaria e integral en Kabul Cometa (Deia y entrevista en Radio Euskadi, primavera 2014). Los libros de Mónica Bernabé, como 'Mujeres y Afganistán' (con Gervasio Sánchez), ilustran bien el devenir de este país en conflicto.
Las dos caras de Sharbat Gula, un espejo de la vida de una mujer en Afganistán (Steve McCurry, de National Geographic)
Firmas para garantizar la enseñanza en Pakistán tras la masacre en la escuela de Peshawar (Avaaz)
- La violencia machista, "más letal que el cáncer" (octubre 2014)
- Cursos de Defensa Personal, estos días, gratis, en las Escuelas de Mugendo
- Reportaje sobre Librerías de Mujeres (Deia, 2010)
- Entrevista a Bahiyyih Nakhjavani: "El velo representa el fundamentalismo, la supremacía de lo único y las interpretaciones limitadas"  (Emakunde, 2011)
- Estupendo artículo de Laura Freixas en La Vanguardia sobre la Cultura como vehículo del maltrato (19 de noviembre 2014)
- Un cómic para contrarrestar las agresiones en India (Deia, enero 2015)
- Desplazados sirios, la fuente que no cesa  (El Tintero, 2013)
Los pasitos en materia de género de Turquía (hoy, en Deia)
- El 60% de las personas analfabetas jóvenes del mundo son mujeres
- Las niñas son obligadas constantemente a casarse con hombres mayores
- Webs Amnistía InternacionalMédicos Sin Fronteras, Save the ChildrenHijos de Eva y Adán
- Muy ilustrativos: El libro "La mujer que leía demasiado", de Nakhjavani, y la película "La sonrisa de Mona Lisa", de Mike Newell
- "Si eres una mujer fuerte...", de Gioconda Belli
Why it´s crucial to get more women into science?

- Concha Piquer, cantando reivindicaciones aún vigentes en España: 'Se dice'
Más información en mi Muro de Facebook, el de Arrate Ariasel de Sonia Trujillo

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