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viernes, 23 de junio de 2017

ATRAVESANDO LA VIDA

El restaurante del chef guipuzcoano Andoni Luis Aduriz, Mugaritz, está considerado uno de los diez mejores del mundo. Por ello, abrió con todos los honores la sección Culinary Cinema de la Berlinale, y así ejerció de embajador de lo vasco y de la excelencia en la capital alemana. Les cuento el making of de su paso por Berlín y del extraordinario documental que allí impactó



La estética de 'Campo a través' es muy gráfica y minimal. Vanguardista, como la cocina del gran chef vasco.




Texto: Cristina Mtz. Sacristán
Fotos: C. M. Sacristán y La Fura dels Baus




  UN paisaje de Naturaleza vasca, con neblina, y voces en off que alternan. "Una mirada íntima a un equipo que dilata los confines de la gastronomía a una forma de intuir un camino inexistente que hay que construir". Así da comienzo un documental intenso, lleno de pensamientos profundos, de metáforas de la propia vida, que La Fura dels Baus preparó al alimón con el propio chef guipuzcoano Andoni Luis Aduriz, en su paraíso de los sabores inventados, Mugaritz. Un recorrido de un año por las entrañas de este laboratorio de ideas y de pruebas y errores que conducen a la excelencia. "La excelencia se puede lograr con una cebolla", sentenció el inquieto cocinero vasco tras abrir la sección de la Berlinale Culinary Cinema con una belleza de película, Campo a través. Mugaritz, intuyendo un camino.

  Off Road impactó en su proyección en Berlín. Como los platos que el equipo de Andoni Aduriz -considerado uno de los diez mejores del mundo- elaboró para la cena inaugural de Culinary Cinema en Martin-Gropius-Bau y para el brunch informativo de ese lunes en el Cinco, by Paco Pérez, en el hotel Das Stue. El director de la sección Culinary Cinema, Thomas Struck, me confesó en la exótica cena del Gropius Mirror Restaurant que la sabrosa nueva sección de la Berlinale nació precisamente en el Zinemaldi de San Sebastián, por la capacidad del País Vasco para la sorpresa culinaria a la mesa. "Ahí se nos ocurrió maridar cine y cocina. Porque la comida conecta a las personas. Con ella se hace negocios, se solucionan problemas, se hacen amigos...", enumeraba un simpático Struck. No en vano el lema del Culinary Cinema es 'Make food, not war'.



  "Los maestros de verdad son los que siempre tienen ganas de aprender, y los que van a sacar lo mejor de ti" - Andoni Aduriz


"Cuando estás en un estado de comodidad tienes que generarte incomodidad para conseguir algo mejor"

"Si tú estás en un entorno donde todos lo hacen bien, tú acabarás haciéndolo bien. Si son una banda de cabrones y bandarras, tú acabarás siéndolo" - Cocineros de Mugaritz, en Off Road



  Al dejarse impregnar por los olores y abstracciones de Campo a través, se comprende la filosofía del equipo del Mugaritz: "No hay una rutina, no hay normalidad". Así, el caserío de Errenteria acoge a creadores que inventan y se reinventan cada día. "Estamos siempre en crisis", describe una de las cocineras. "Este es un espacio que te propone que seas más poroso", explica el chef. "Los sueños primero hay que soñarlos. Mugaritz te ayuda a soñar", redondea.

  Y, mientras se oye las voces en off del creativo equipo, se va deshaciendo una cápsula gastronómica y dentro aparece una flor. "Mugaritz no es un sitio para todos los públicos", anuncia una cocinera: "La gente no se lleva una receta, se lleva una experiencia". "Nuestro deber es sufrir para que otros lo pasen bien", apostilla un colega. "¡Si este restaurante es un imposible! Un fallo del sistema, como proyecto. Pero todo parte de un sueño. Queríamos hacer cosas exóticas, diferentes. Teníamos ese sueño. Mi trabajo no es vender, es soñar", aclara Aduriz...





Brunch en el Das Stue, a cargo de Mugaritz. Para que los informadores demos fe del milagro.





  13.000 horas de llamas encendidas
3.150 horas al año seleccionando ingredientes

72.000 guantes de látex

250.000 platos servidos cada año





   "El silencio puede ayudar a mejorar y a respetar el trabajo de los demás", dice una voz en off femenina en la película. "Mugaritz es un sitio donde los sentidos están despiertos, pero están relajados", define. Son reflexiones que resultan pura filosofía, abstracción, como las impresionantes imágenes 'deconstruidas' del equipo de Pep Gatell. "Yo era un árbol que iba a dar peras; me han injertado Mugaritz y ahora estoy dando cerezas", narra un miembro del laureado restaurante. "Para mí, el mundo se divide en la gente que tiene sueños y la gente que se dedica a joder los sueños de los demás", sintetiza uno de los cocineros en Off Road.

  La excelencia por el "inconformismo", por "tratar de ser mejor cada día. Para trascender". "Estás haciendo una gimnasia mental constante", explica Leire. "Si emplatas sin corazón, eres un cocinero gris", valora Llorenç. "En la vida siempre hay un camino para hacer las cosas bien". Ellos creen que ninguno era "un crack", pero que en Mugaritz vieron algo que podía sacar lo mejor de ellos, y que lo lograron. "La autocrítica es fundamental. En el momento en que crees que eres el mejor, estás muerto", enumera el equipo.



"Si eres innovador, te enfrentas a la incertidumbre y a la incomprensión" 



Carátula de la película.





El verdor inevitable
Uno de los éxitos de Mugaritz, se valora en el documental, "es estar donde está". Y el Das Stue, enclavado en el amplio parque berlinés Tiergarten, muy cerquita de la Embajada española, marida bien con la filosofía de aislamiento del mundanal ruido. Uno de los espacios verdes más amplios de la capital alemana, cuenta con miles de animales y se sitúa en el corazón de la ciudad. Dicen que han visto zorros y hasta algún jabalí en Tiergarten; desde los ventanales del Das Stue se divisan aves corredoras y frondosos árboles. Ahí está el paraíso gastronómico Cinco, by Paco Pérez, y qué mejor lugar para que Basquetour y Andoni Aduriz hicieran de embajadores de la cultura vasca en un brunch inolvidable.

  La víspera, en el Gropius Mirror, la cena posterior al visionado del documental dirigido por Pep Gatell tenía otro nombre de impacto: "Taste, Dream, Think". Patata dulce al horno en lima rápida y trufa negra, para empezar. Hilos de cangrejo real con mucílago vegetal, macadamia y pimienta rosa. Bacalao cubierto con crema de piñones y pieles de kokotxas fritas. Ventresca de atún, remolacha y rábano picante. Finalmente, un pastel de whisky. ¡Sin palabras!

  La periodista especializada en temas de estilo Madeleine Jakits preguntó con interés a Aduriz y a Gatell sobre su forma de trabajar. "La gente piensa que nuestra tarea es cocinar, pero la verdad es que nosotros 'cocinamos' a los clientes, o al menos su forma de pensar".



Aduriz (izquierda) y Pep Gatell son entrevistados en el Gropius Mirror Restaurant berlinés.




  "Mugaritz es el instante breve anterior a besar a la chica que amas" - Un cocinero




 
  "Yo empecé con un pañuelo lleno de mocos en el bolsillo", explicaba Aduriz para expresar que su sueño se hizo realidad peldaño a peldaño. Pero -de ahí el título de la película- "alejarse del sendero te permite más creatividad, aunque es más doloroso". Porque asume que "los fallos se dan siempre, y además los fallos son interesantes". Gatell reconocía que Andoni "es un tío muy sugerente, y me engañó para hacer el documental", cuando el cineasta catalán fue a comer a Mugaritz. Ambos fueron aclamados en el restaurante de la Berlinale.

  Lo cierto es que el resultado del documental es impecable. Y ha logrado captar que "este es un proyecto más grande que todos nosotros", y que hay quien hasta llora al comer en Mugaritz, pero "por las sensaciones que se despiertan. No tiene que estar rico, tiene que tener sentido". Un Aduriz con cosas de genio -a veces despistado, rotundo en sus afirmaciones- se mostró campechano ante las preguntas de la cena y de la presentación del lunes en el Das Stue.




"A veces estamos peligrosamente a gusto en Mugaritz"

"Hay algo bipolar: Lo que más me gusta de Mugaritz es también lo que más odio"



 
La pelota vasca, como su gastronomía, un emblema a promover en Berlín. Y qué mejor embajador que Aduriz.

 

  Conscientes del reconocimiento de los alemanes hacia la cocina vasca, el organismo del Departamento de Industria del Gobierno vasco Basquetour organizó el brunch del Cinco, en el que el hilo conductor fue el cocinero guipuzcoano y el documental que plasma su obra. La presentación fue realizada en alemán, y en ella se enumeró los principales atractivos de Euskal Herria. "¿Cómo se puede vivir sin conocer el País Vasco?", chinchó Aduriz en un discurso locuaz y entusiasta. Se ve que la pasión le puede...

  El euskera y la pelota vasca. El Museo Guggenheim y la Catedral de Santa María, conocidos internacionalmente. El sello de Norman Foster en el metro de Bilbao y el de Gehry y Calatrava. Gasteiz, capital Verde e inspiración para Follet y nido para Mercedes Benz. La Reserva de Urdaibai, Gernika y San Juan de Gaztelugatxe; el Museo Balenciaga, el Puente de Bizkaia, La Rioja Alavesa. El flysch de Zumaia... Los Tolosa Samstags (mercados del sábado) y el Idiazabal Käse, enumeró María Sarricolea, directora de la SPRI en Alemania. Y la mamia de esas ovejas "que llevan 20.000 años entre nosotros", apuntó Aduriz, quien estima que "aunque los vascos somos en principio serios, y no se sabe muy bien qué pensamos, si te haces amigo de uno nunca te falla". Lo cual, me contó, "me hace sentir un poco en casa en Alemania", por el carácter de los germanos, además de su gusto por la calidad.



María Sarricolea (SPRI), Andoni Aduriz y Nina Wessely presentan los atractivos del País Vasco en el Das Stue berlinés.


 
  El Embajador español en Berlín, Juan Pablo García-Berdoy y Cerezo, bromeó ante el ahínco de Aduriz en atraer visitantes a su tierra natal: "De momento, el embajador soy yo", sonreía. Iker Urcelay, responsable de Basquetour, recordó que el Turismo comporta el 5,9% del PIB vasco, tal y como han subrayado en la gran feria sectorial ITB, en la capital alemana.

  "En Euskadi todo se celebra en torno a una mesa. Comemos en los funerales, incluso en los divorcios. Es una cultura que todo lo celebra comiendo. La comida no es sólo comida: es parte de nuestra identidad", enfatizó Aduriz, mientras los allí presentes degustábamos néctares de dioses. "Es una contradicción: somos fríos en principio, pero la comida es un acto social constante. El pintxo es el mayor ejemplo de esto: un pretexto para tomar algo en compañía". En un mundo global, añadió un Aduriz con ganas de abrir puertas y ventanas, "las cosas auténticas son valoradas. Confieren identidad".

  Más que clientes, Aduriz hablaba de "cómplices. Lo más importante es que nos visiten. La vida es corta y no hay tiempo que perder. Somos una de las culturas más antiguas de Europa". Y los invitados nos perdíamos entre pimientos autóctonos, huevo, anchoas con bonito y cebolla, Idiazabal y mamia... ¿Cómo no creerle?




Agentes turísticos y periodistas, en la presentación de los atractivos del País Vasco en el Cinco by Paco Pérez.




  Aduriz, amigo de la introspección y la reflexión, valora mucho ese entorno proclive al debate y las conversaciones tan alemán. Recordó que él suele ser implacable, porque quiere que Mugaritz sea un restaurante recordado históricamente. Incluso se ha aventurado a abrir otro en Abu Dabi. "Que no se quede nadie indiferente. Pisamos terrenos complicados, no me importa que se enfaden conmigo", arriesga.

  Los cocineros vascos audaces siguen surcando mares y conquistando tierras cosmopolitas. Como Eder Montero en Nueva York o Ager Uriguen y Jonan Lekue en Berlín. Tengo la suerte de haber podido probar algunos de sus manjares y conocido sus entresijos. Precisamente publiqué sobre los maridajes vasco-berlineses cuando Aduriz abrió, con todos los merecidos honores, la 66ª edición de la Berlinale.

  Y es que ya lo anunció Wilhelm von Humboldt tras uno de sus viajes. Desde entonces, los alemanes sienten una profunda curiosidad por ese pueblo de idioma diferente a todo, con una gastronomía excelente, con parajes dignos de conocer...




Una flor, unos condimentos, un brainstorming... y se prueba el resultado. Está bueno. Se puede comer una flor. Fundido en negro, The End





"Somos un modelo de éxito: en hacer lo que deseamos"
"No vamos a dejar de soñar nunca" - Mugaritz








Para más información: Reportaje sobre la apertura de Andoni Aduriz de Kulinarisches Kino en la 66ª Berlinale (Grupo Noticias, 2016)
Reportaje sobre cocina vasca que marida con aires berlineses.   Deconstrucción y multiculturalidad (Grupo Noticias, 2016)
El euskera y lo vasco en Berlín. Cine en euskera y alemán (Grupo Noticias)
Entre lo vasco y lo alemán: de Humboldt a las korrikas en Berlín y Frankfurt (Deia, 2014)
Reportaje sobre cocina vasca laureada en Nueva York (Deia, 2011)
Recorrido por parques, jardines, palacios y lagos de Berlín y Potsdam (revista ON, 2016, págs 28-33)
Reportajes sobre la Berlinale, declaraciones de su director, entrevista a Isabel Coixet en la apertura de la 65ª edición, programas de radio desde Berlín 
Sabores internacionales en el Berlín multicultural
Reportajes y conexiones en los 25 años de la Caída del Muro 
Más reportajes sobre gastronomía internacional (Polonia, Croacia, Irlanda, Noruega, Israel...)
Restaurante Mugaritz
La Fura dels Baus
Basquetour
Berlinale Film Festival

martes, 1 de marzo de 2016

ALFOMBRA ROJA PARA TODOS LOS PÚBLICOS

Más allá del espíritu banal de la alfombra roja de Hollywood, la Berlinale se ha pronunciado sin ambages en pro de los Derechos Humanos. Y su director, Dieter Kosslick, no oculta su vocación de "espejo" de la actualidad. Así, el Festival berlinés se ha decantado por el problema urgente, el de los refugiados. Así me lo ha contado el propio Kosslick, haciendo balance de esta 66ª edición



Texto: Cristina Mtz. Sacristán
Fotos: C. M. Sacristán y archivo Berlinale




Dieter Kosslick, durante la 66ª edición de la Berlinale.




  Hace un año, el director de la Berlinale, Dieter Kosslick (Pforzheim, 1948), manifestó en el discurso de clausura que estaba "muy contento porque esta edición de la Berlinale ha sido muy especial. Porque los pequeños filmes han sido premiados, convirtiéndose en grandes películas. Esto es muy importante para nosotros, ya que en estos momentos el mundo no parece estar en el orden adecuado. Y en este pequeño planeta que es la Berlinale estamos conectados con el mundo y sus problemas reales a través de sus películas". Hace unos días, tras concluir la 66ª edición del Festival Internacional de Cine, Kosslick me ratificó esta impresión: "Los creadores están reflejando el mundo en el que vivimos de una manera artística. Este año, muchos cineastas han mostrado un reflejo inmediato de las cuestiones políticas y humanitarias actuales, demostrando lo importante y necesario que es hablar de ello", valoró el responsable del Festival.

  El Oso de Oro a Fuocoammare, el filme de Gianfranco Rosi que aborda las llegadas de refugiados a la isla de Lampedusa, ha sido un claro ejemplo de esta vocación de "espejo" de la realidad. El Oso de Plata para una cruenta historia balcánica, Muerte en Sarajevo; la nórdica Kollektivet, la tunecina Hedi o el mejor guión para el polaco Tomasz Wasilewski hablan de diversidad. Y una vez más han sido los desfavorecidos los protagonistas de una edición en la que, incluso, la propia Berlinale instó "a invitados y al público" a realizar un donativo para ayudar a los refugiados, a través de un apartado creado con ese fin. En las ruedas de prensa, hasta en las más dicharacheras -como la de los Hermanos Coen, en la que el guapo y bromista George Clooney fue abordado por una periodista alemana para saber si pensaba apoyar a esta causa-, ha sido un tema recurrente. La propia Meryl Streep, jovial presidenta del Jurado de esta edición, corroboró lo que la prensa alemana viene plasmando: "Inclusión es la palabra del día", celebró ante los periodistas el 11 de febrero.
  Hay que recordar que Streep es, entre otras cosas, portavoz del Museo de Historia Nacional de la Mujer de Estados Unidos, para lo que ha dedicado una cantidad significativa de dinero.




Meryl Streep preside la mesa del Jurado en la presentación de la 66ª Berlinale, con Clive Owen y Malgorzata Szumowska.




  Dieter Kosslick no ha ocultado que, desde la Berlinale, pretendían "que la gente comparta esta preocupación, más allá del clamor de la alfombra roja". "Tenemos que ser responsables, y conscientes de todas las personas que no pueden estar en la alfombra roja", afirma. Y se moja: "No podemos evitar que la gente venga de África a Alemania, desde Grecia u otro país. No tiene sentido". Para ello, Kosslick habla en la línea de la anterior edición: "Tenemos que dejar de destrozar países, de bombardearlos, obligando a la gente a abandonar sus casas, a su familia, sus hijos...". Así, sentencia, "los muros no son la solución en este mundo, sino la paz".

  El director de la Berlinale deja claro su deseo de que "el festival contribuya a terminar con esta terrible situación". Así, además de cooperar con refugiados, han abaratado entradas para las personas sin grandes recursos. En un marco en el que los alemanes siguen recibiendo el mayor número de migrantes que huyen de países en conflicto, con respecto del resto de Europa. "Cuando veo a cientos de miles de personas muriendo a un puñado de kilómetros de la Comunidad Europea me pregunto por qué los políticos y la gente no están haciendo algo para detener eso", ya inquirió públicamente Kosslick en 2015.





Inauguración de la Berlinale el pasado 11 de febrero. Meryl Streep luce una coleta desenfadada, como un mensaje del tono del Festival.



  Récord de entradas

  Más allá de las inquietudes humanitarias de este evento fílmico, Kosslick se congratula de sus avances, año tras año. Él, en realidad, empezó hace años desde el otro lado, como redactor. Pero, tras varias ediciones liderando el encuentro internacional, celebra "el gran éxito de crecimiento del European Film Market (EFM) y el enorme aumento de la audiencia, con 337.000 entradas vendidas, y los fans fueron a ver 500.000 veces alguna película del Festival". Todo ello constituiría, considera, "una declaración de intenciones para la Berlinale y para el arte cinematográfico".

  "La Berlinale se ha ido expandiendo en los últimos 15 años con nuevas secciones, que fueron creadas para alcanzar nuevos grupos objetivos. Las cifras de audiencia demuestran que ese objetivo ha sido alcanzado. En cambio", puntualiza el director del Festival, "nuestro objetivo no es tanto crecer en el futuro, como ser más sostenibles". La sección Culinary Cinema, que fue inaugurada con el documental Campo a través, sobre el Mugaritz de Andoni Luis Aduriz, ha sido estrenada este año con un gran recibimiento en Berlín. Informaré más sobre esta interesante iniciativa.

  Kosslick evoca la primera edición de la Berlinale, un evento "todavía bajo la impresión de la guerra, el Holocausto, los refugiados...". Verter luz en aquella Alemania devastada fue el leit motiv hace 66 ediciones. Ahora, de nuevo, en 2016 la Berlinale se ha propuesto "contribuir a la comprensión internacional", apunta su director, "dejar claro en qué tiempo vivimos".

  Historias de refugiad@s, historias íntimas, cobertura a la perspectiva indígena, cantos a la libertad -como en Alone in Berlin, película de la que hablaré más próximamente, o el revival de La edad de la Inocencia de Scorsese-, la denuncia de las injusticias de los Estados Unidos de Michael Moore... Berlín y la Berlinale siguen ensalzando los Derechos Humanos como imagen de marca, sin tapujos. En esta edición, además, la creatividad ha tenido su representación en el recordatorio de la figura del camaleónico Bowie, en The man who fell to earth, tributo filmado por Nicolas Roeg de un cantante y compositor que también vino a Berlín a cantarle al muro que ya cayó...





Los guardas de seguridad han jugado un papel de relieve en la edición tras los ataques
yihadistas en Europa...




Para más información: Declaraciones de Dieter Kosslick para Grupo Noticias al cierre de la 66ª edición
Berlinale Moments (apertura de la 66ª edición)
Je suis Michael Moore (o de cómo algunos países son más avanzados que otros, y por qué)
Fuoacoammare wins the Golden Bear
Un documental del singular restaurante Mugaritz abre la nueva sección, Culinary Cinema
La Berlinale, más allá de las estrellas (reportajes y entrevistas en 2015). Programa emitido en Onda Vasca el 17 de febrero. Seguiré informando de la Berlinale. Palmarés sábado 20
Web Berlinale
Iniciativas de cara a ayudar a los refugiad@s en esta 66ª edición
Cobertura sobre cine indígena del mundo, un año más en la Berlinale
Reportaje sobre la situación de los refugiados tras el 13-N. La valoración de las ONGs. La reunificación eclipsada por este trending topic. Seguiré actualizando estos datos
Entrevista a Isabel Coixet cuando inauguró la edición de 2015 (Grupo Noticias)
Los eventos imparables de Berlín, a lo largo del año (págs. 30-33)
Multiculturalidad en la ciudad del SpreeMovimientos artísticos y seguiré informando sobre los literarios. También sobre su mixtura en la gastronomía
Berlín, 25 años después de la caída del Muro (reportajes, posts, programas de radio)
Entrevista con Dieter Kosslick en Tagesspiegel, antes de abrir esta edición
Entrevista con Patxi Uriz antes de recibir el Goya al Mejor Documental en la gala de los Premios Goya del 6 de febrero

domingo, 21 de febrero de 2016

JE SUIS MICHAEL MOORE

Michael Moore suele presentar sus documentales en Cannes y la Berlinale , donde es aplaudido y vitoreado. Con su última producción, 'Where to invade next', recorre países en los que despuntan por avances sociales. Y los compara con los poderosos Estados Unidos. Mercantiles, imperialistas, chabacanos, con escasos niveles de criticismo. Cuántas similitudes y conexiones con una España que parece inmersa en una cueva, lo que es su condena...



Texto: Cristina Mtz. Sacristán
Fotos: C. M. Sacristán y archivo




Michael Moore realiza una propuesta a los militares estadounidenses: va a hacer una invasión pacífica de países desarrollados.



  El Friedrichstadt Palast estaba a rebosar el viernes por la tarde. De pronto, aparece Michael Moore en la pantalla, comentando su documental en bata porque estuvo ingresado y los médicos le recomendaron no volar a Europa, a la presentación de Where to invade next (2015), en la Berlinale. El público jalea al incisivo e irónico director norteamericano. Con todo, él siempre está presente. Guste o no.

  En su probablemente más blanca producción, Moore se propone realizar una invasión "pacífica" de algunos destinos planetarios en los que observa que sus ciudadan@s han avanzado notablemente respecto de Estados Unidos. Una vez más, el director de Bowling for Columbine (2002) se propone desmitificar el sueño americano, y mostrar sus faltas y errores. Y sus estentóreas injusticias. A medida que avanza la narración, se me viene a la mente que mis búsquedas de la verdad y la justicia me llevan conduciendo a destinos muy similares a los que escoge el famoso documentalista, con conclusiones bastante parecidas. Y, además, me ratifico en mi convicción de que España tiene enormes y lamentables conexiones con la Cultura norteamericana... y, lo que es peor, con su Incultura.





Michael Moore, rumbo a la conquista del progreso, barras y estrellas en ristre...



  El autor de Farenheit 9/11 (2014) comienza su periplo por Italia. Allí, charla con una pareja muy risueña sobre sus viajes y tiempo de ocio: festivos por aquí, vacaciones (pagadas) por allá, más la Navidad, más el viaje de novios, más los permisos maternales... Moore les cuenta que nada de eso está pagado en Estados Unidos, donde, a lo sumo, se goza de 15 días de vacaciones al año. "¿Al año?", exclaman asustados los amantes. Del mismo modo, en una empresa textil muy conocida, el personal y sus jefes se ríen ante la ridiculez de los derechos de los trabajador@s en los USA. Fichan a mediodía y salen a comer, para lo que se toman sus dos horitas para cocinar y estar en familia, en casa... La dirección de la firma explica a Moore que, si los emplead@s tienen tiempo libre, pagado, y están contentos, enamorados o hacen todo aquello que les gusta, "como las vacas: darán mejor leche". Por supuesto, las relaciones sexuales satisfactorias, en todo esto, son importantes...

 Tras su paso por la piu bella, Michael Moore se dirige a Francia. Ahí puede comprobar lo que yo vi con mis propios ojos ya hace 20 años: niños y niñas merendando caviar junto a los Campos Elíseos.

  En el caso de este documental, no se llega a tanto, pero Moore puede atestiguar cómo los menores son alimentados con exquisitez en el colegio. Muestra a los niñ@s fotos de patatas fritas y hamburguesas en los centros escolares americanos, y los pequeños reaccionan horrorizados: "Puff, qué asco". "Eso, con perdón, no es comida", afirma a cámara el jefe de cocina, quien describe con gusto cómo elaboran los platos y postres a l@s estudiantes. El momentazo de la Coca-Cola es genial: es como si Moore ofreciera cocaína a menores...

  Pero ahí no acaba la comparación. El documentalista muestra gráficos sobre cómo los frances@s tienen detallada la enumeración de adónde van a parar sus impuestos. Entre derechos sanitarios, maternales, vacaciones, etc., sumarían más que el casi ¡60%! que dedican l@s estadounidenses a gastos militares. En cambio, en EE.UU. no se desglosa de una manera transparente adónde va a parar el erario público...




Una niña lee tranquilamente en la biblioteca de un museo de Amsterdam.






  ¿Y por dónde empieza a edificarse una sociedad mejor? Pues por la base, por la Educación. Un país absolutamente ejemplar, en este sentido, es Finlandia. Allá fue, en la misma línea, Jordi Évole, y ojalá pueda acercarme yo misma no tardando mucho, para verificar por qué los futuros adult@s cuentan con un sistema educativo tan humanizante y productivo. Una vez más, el documental made in USA tiene la respuesta: No suele haber deberes, o no muchos; los chaval@s disfrutan de las clases y les sacan suficiente partido, para luego poder dedicarse a otras cosas en su tiempo libre. "¿Y a qué cosas?", pregunta Moore a un especialista, que le mira asombrado. "A jugar, hacer deportes, estar con su familia, la música, leer...", responde como diciendo "¡hay tantas cosas!".

  Los profesor@s explican que la escuela ha de ser un lugar adonde quieran ir los niñ@s, que sea un espacio donde disfrutan. Además, ojo, "no hay escuelas diferentes". En Finlandia, el hijo del cartero y la hija del ministro pueden estudiar juntos sin problemas de clasismo.

  Impresionado ante tan buenos propósitos y tan alcanzados logros, Moore planta su bandera en Hesinki para dirigirse a Eslovenia. Un país en el que la Universidad es gratis, debido a que así lo reivindicaron sus estudiantes. Habla con ell@s y le comentan que no gastan un euro en estudiar. Ni en comida ni en transporte. Además, sus universidades se cuentan entre las mejores del mundo. La formación hace grandes personas, evidencian. Cuánto asombro, cuánto que aprender...




Moore muestra cómo en Finlandia no hay distingos en la Educación.
Al colegio se va a sentirse a gusto: esa es la clave de un buen aprendizaje.
Eslovenia cuenta con excelentes universidades, todas ellas completamente gratuitas






En la ciudad de Berlín, renacida tras décadas de Muro, se confunden las librerías con las cafeterías: en ambas se sirve café y libros.




  Michael Moore no puede pasar por alto un lugar como Alemania. Donde, al salir de trabajar, el trabajo es aparcado. Donde cada día se recuerda en las escuelas la catástrofe que supuso el nazismo y su consecuente racismo psicópata, con terroríficas consecuencias. Todos y cada uno de los alumn@s son instruidos en la necesidad de tolerancia, respeto y cooperación. De ahí que Alemania sea tan sensible, hoy, con los refugiad@s (seguiré informando sobre este aspecto).

  Moore recorre un resto de Muro (Schandmauer), evoca imágenes de nazis y, después, del Ku-Klux-Klan, y de la quema de iglesias negras, aún hoy, en Norteamérica. Y completa este apartado del reportaje aseverando: "Si en Alemania han aprendido a hacer el bien al prójimo, nosotros también podemos".



"Si en Alemania han aprendido a hacer el bien al prójimo, nosotros también podemos"



  Uno de los países más pacíficos del mundo, Noruega, ni siquiera reaccionó de una forma cruenta con los asesinatos en masa de Breivik. Sobre ello informé nutridamente en mi recorrido por Noruega en 2012, meses después de que el asesino fuera condenado. Michael Moore visita una cárcel en la que los presos tienen música y tele en la habitación, acceden a una exitosa biblioteca, pueden grabar canciones, toman el sol en un bonito jardín, andan en bici por la generosa naturaleza noruega... "Se trata de inducirles a los buenos sentimientos, no de castigarles", aclara un experto. Una cárcel de alta seguridad es promovida con l@s guardas cantando "We are the world, we are the children...". No portan pistolas. ¿Para qué? "Ellos están aquí para ayudarnos, no para castigarnos", explica un preso negro, que tiene cara de estar casi de vacaciones...

  Como no puede ser de otra manera, Moore intercala imágenes de palizas a presos -especialmente mulatos y negros- en cárceles estadounidenses. Compara cómo en Noruega, aunque seas el peor criminal, no puedes rebasar los 30 años en prisión. Qué decir de la pena de muerte...





Moore intercala imágenes escandinavas plácidas con palizas en cárceles de EE.UU.




  Una visita a Portugal ratifica estas cuestiones. Los policías con los que intercambia ideas Moore comentan que la vida es lo más sagrado, y que no se puede quebrantar la vida para impartir ejemplo. Permisividad con el consumo de drogas y con otras cuestiones, que el ministro destinado a su gestión entiende que son relativas: "También te enganchas a internet y a Facebook", razona. Los agentes nunca han disparado a nadie, afirman. "Mucho trabajo por hacer", sentencian, ante los comentarios sobre la pena de muerte del cineasta...

  No sólo el Norte de Europa ha avanzado considerablemente en Derechos Sociales y Humanos. La revolución tunecina -aun dinamitada por otros países con intereses creados en hacer perdurar las leyes más conservadoras- es un fantástico ejemplo de ello. Especialmente en relación a las mujeres. "We are complete, not complements", gritaron las tunecinas en sus protestas públicas. Y fueron escuchadas. Lograron incluir sus avances en la Carta Magna, y el Parlamento y el Gobierno disocian sus opiniones personales de los derechos de las mujeres. "Yo a mi esposa le digo que se ponga el velo, pero es mi vida privada. El Estado no debe imponer a las mujeres que vistan de un modo u otro", explica un mandatario conservador a Moore.

  "¿Y los homosexuales?". Igualmente, "en cada casa cada uno sabe qué hace con su vida. El Estado no debe interferir ahí", indica el político. Una periodista que estudió en París se siente orgullosa de que sus hijos "hayan nacido en Túnez tras la revolución". Y pone el dedo en la llaga que Moore espera: "Estadounidenses, yo sé de vosotros, y de vuestras costumbres. Hablo vuestro idioma, escucho vuestra música y como vuestra comida. ¿Por qué no os interesáis en los demás? Este es un pequeño país del Norte de Africa, y tenemos mucho que aportar. Mientras creáis que sois los mejores, y no sepáis quiénes son vuestros vecinos, nada funcionará".





Una niña juega entre estatuas en el centro de Oslo. Meses después de los ataques de Breivik.




  Finalmente, Moore hila la revolución feminista tunecina con la islandesa. Tras la huelga de 1975, las mujeres tienen una participación paritaria en los órganos de poder islandeses. Además, Moore compara cómo los islandeses fueron capaces de desterrar a sus banqueros corruptos o ineficaces, para defender sus intereses. Alguna islandesas hablan a cámara; con cabellos rosas, rubios o morenos... en su diversidad. "Yo no viviría en Estados Unidos, viendo cómo no funciona, cuántos pobres tiene y cómo trata a sus vecinos", dice con rotundidad una mujer ante la pregunta de Moore. Y, como la reportera tunecina, pincha, dejando claro lo que Moore quiere demostrar: que el desprecio y desconocimiento de otras culturas sólo lleva a la endogamia y la injusticia. Una vez más en la Historia...




"¿Por qué el poder sigue concentrado en manos de los hombres?"
Michael Moore, Where to invade next (2015)



  Hay quien habla del declive de Michael Moore con esta cinta. Que es floja, que tiene chistes fáciles y que cae en lo mismo que denuncia de sus políticos: en la superficialidad y el mal gusto. Yo sí veo que Moore tiene un look muy yankie, que su tono tiene a veces algo de Pato Donald, que puede resultar histriónico... Pero sigo pensando que su labor es indispensable, máxime en un país vasto y riquísimo, en el que excepto Susan Sarandon, Sean Penn y él -y pocos más- se mojan el culo. En un país sin transparencia gubernamental, imperialista, meticón y materialista. Donde es mejor no ponerse enferm@. Donde es mejor no ser latin@ o negr@. Donde, si te quedas sin trabajo, es mejor que Dios (o Alá) te pille confesad@...

  E, insisto: parte de los problemas que denuncia Moore sobre Estados Unidos tienen un hilo directo con España. Donde lleva décadas ejerciendo una gran influencia -con su consumismo, sus películas más estereotipadas, su política feudal-. Un país, uno de los contados del planeta, donde aún no ha penetrado el idioma que nos comunica y no se subtitula; donde apenas se lee; donde saber, y querer saber, es denostado socialmente; donde las mujeres seguimos siendo ciudadan@s de Segunda; donde los cerebritos, para que les luzca el pelo, se ven obligados a emigrar; donde la Sanidad y la Educación van viendo recortados sus presupuestos hasta extremos alarmantes, y que empiezan a parecerse peligrosamente al ejemplo del Tío Sam...

  ¿Soy histriónica, soy insistente, soy pesada como Moore? Es posible, pero sigo informando sobre los lugares donde las cosas Sí funcionan, porque creo que el conocimiento nos hace libres. Y creo que eso es lo que mueve al agudo documentalista que el jueves y el viernes fue ovacionado en la Berlinale.

  Por todo ello, me atrevo a gritar 'Je suis Michael Moore'...





Un barco entra en Flåm desde los fiordos. Una lancha sale hacia el reinado de las focas y las ballenas, esculpido por Thor...




Para más información: Noruega, la paz imperturbable (Deia, Gea Photowords... 2012)
De Oslo a Bergen, naturaleza y Cultura y El Año Munch, viento en popa (mis trabajos atrevesando Noruega)
Cosas germanas a tener en cuenta y 25 años como símbolo de esperanza. La ciudad de los guiños (reportajes, posts y programas de radio en Berlín y por Alemania, en los últimos años)
Polonia, una elegante dama desconocida (reportajes en prensa y programas de radio sobre literatura, historia, avances sociales...)
Web Michael Moore. El documental completo, en TVE (2020)
Silencios: recorrido por mis reportajes y reflexiones en torno a la desigualdad de Derechos y en detrimento de las Mujeres
Mis charlas con Antonio Fraguas, Forges, sobre la situación en España y luces y sombras del mundo actual (Deia, Gea Photowords...)
El triunfo de los mediocres (excelente artículo de David Jiménez, hoy director de El Mundo)
Documental 'Hijos de la Tierra', de Patxi Uriz, que obtuvo un Goya recientemente
La Berlinale, más allá de las estrellas (reportajes y entrevistas en 2015). Y mis trabajos recientes, en 2016. Programa emitido en Onda Vasca el 17 de febrero. Seguiré informando de la Berlinale. Palmarés sábado 20
Web Berlinale