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sábado, 28 de noviembre de 2020

LOS ÍDOLOS EQUIVOCADOS

 Texto: Cristina Mtz. Sacristán


Una de las fotos de Maradona con menores de edad.



   Creció con Rocky y Maradona entre sus ídolos. Jugaba a meter goles como el pelusa y trataba de pelear como Stallone. Cuando ya comenzó a trabajar en lo suyo, como ejecutivo de cuentas, se vestía de forma impoluta con trajes caros e intentando ir muy elegante. Distinguiéndose de la masa...

   Su apariencia y su masculinidad impresionaban a algunas mujeres jóvenes a las que quería seducir. Así que comenzó a tomárselo casi como un deporte, un juego en el que él marcaba su hombría como bandera de las relaciones. Sacar músculo de vez en cuando venía bien, para demostrar quién era el macho alfa, y si había cualquier enfrentamiento sacaba pecho y se retaba con otros gallitos de su calaña...

   Un día, su entonces novia reía muy acaramelada con otro tipo, por cierto bastante guapo, alto y fuerte. Él se acordó de la escena de 'Grease' en que Travolta se corroe de celos porque Newton-John flirtea con el personaje de Lorenzo Lamas. Y, sin mediar palabra, se acercó como un energúmeno y metió un puñetazo a su rival. Lo dejó tendido en el suelo y, acto seguido, agarró del brazo a su pareja, gritándole "¡Vamos para casa!". Ella, asustada, se metió en el coche a regañadientes y cuando llegaron al piso él la agarró de los brazos, con violencia, y le increpó "Ni se te ocurra volver a engañarme". Le lanzó una mirada fulminante y ella solo pudo sollozar. "'¡Que no llores!", le gritó con desprecio, añadiendo una bofetada.

   Al día siguiente, comió en casa de su madre y, al notarle pensativo, ella le preguntó qué le pasaba. "Que todas las mujeres son unas zorras", repuso él, y le contó que había tenido que separar por la fuerza a su novia del galán que la acompañaba. Su madre chasqueó la lengua y le dijo que tuviera cuidado con esas cosas, que igual le podían acusar de violento. Que ahora ya no se transigía como antes que se zarandeara y pegara a las mujeres. Él le respondió que no se preocupara, que lo tenía "todo controlado".

   Se acordaba de todo ello en su celda, hoy, antes de asistir al juicio por violación y malos tratos continuados. Y se preguntaba qué había hecho él mal, si solo había seguido el ejemplo de Stallone y de Maradona, si él solo quería ser un hombre 10, o lo que se consideraba que debe ser un hombre 10. Agrupaba trocitos de tierra con las botas mientras se preguntaba cómo había llegado hasta aquí.


El cine nos dice, una y otra vez, que es normal pegar a las mujeres por celos.


 

Para más información: ¿Qué esperan de nosotras? Reflexión sobre nuestra sociedad en este 25-N

Sobre la figura de Diego Armando Maradona, un astro del fútbol pero una persona degradada

El mundo se vuelve loco con la muerte de Maradona

Artículo de Nina Parrón sobre las violencias contra la mujer

Y el análisis de la presencia de las VGs en las manifestaciones culturales (Laura Freixas)

De cómo Maradona nos puede ayudar a reedificar ídolos masculinos (Coral Herrera)

La Educación, fundamental para erradicar la violencia de género (Susana Gisbert)

Cifras sobre violencia de género en el mundo en 2020

Más datos sobre violencia contra mujeres y niñas, recogidos en este blog

domingo, 26 de noviembre de 2017

"LA CRISIS SOBRECARGA TANTO A LAS MUJERES SIN RECURSOS QUE LAS TERMINA COLAPSANDO"

Los médicos Juan Gérvas y Mercedes Pérez suelen denunciar la discriminación y maltrato que sufren las mujeres en la atención sanitaria, al menos en la española. Lucía Artazcoz, directora de Salud, ofreció una nutrida charla en primavera en Bilbao, invitada por Emakunde. Aquí está la versión íntegra de mi conversación con ella. Esclarecedora






Texto: Cristina Mtz. Sacristán




  ESTÁ llena de energía y sonríe mucho. Lucía Artazcoz Lazcano (Donostia, 1963) admite que no es el mejor ejemplo de las jornadas laborales moderadas que promueve: especialista en Medicina Preventiva y prevención de Riesgos Laborales, y doctora en Salud Pública, es la directora de la Salud de la Agencia de Salud Pública de Barcelona y profesora asociada de la Universitat Pompeu Fabra y de la Johns Hopkins University; además, esta médico colabora con programas docentes en varias universidades, ha publicado un centenar de artículos en revistas especializadas, otros de divulgación y es autora de libros y capítulos de libros. Su intensa actividad gira en torno a los determinantes y las desigualdades sociales en la salud, con especial atención a las desigualdades de género.

A finales de mayo analizó en Bilbao, invitada por Emakunde, el impacto de la división de género del trabajo en las desigualdades de género en la salud europea. Y es que en los países del Sur de Europa, en los continentales como Francia, Austria o Alemania y, por ejemplo, Reino Unido, los hombres siguen siendo los principales sustentadores económicos del hogar, mientras las mujeres siguen protagonizando las labores domésticas y los cuidados, invisibles, no remunerados. Según datos de la 5ª Encuesta Europa de Condiciones del Trabajo (2010), el 50% de los hombres del Sur de Europa afirma no realizar ninguna labor doméstica. Todo ello multiplica el tiempo de ocupación de la mayoría de las mujeres, con pocos descansos, escasos ingreso y una mala calidad de vida que les lleva a enfermar más a menudo que los hombres. Aunque sean más longevas que ellos.



"El 50% de los hombres del Sur de Europa afirma no realizar ninguna labor doméstica. Todo ello multiplica el tiempo de ocupación de la mayoría de las mujeres, con una mala calidad de vida que les lleva a enfermar más a menudo que ellos"
 


Se crió en el Norte de Navarra pero lleva media vida trabajando en Barcelona. Suena a 'Ocho apellidos catalanes'...

Yo tengo ocho apellidos vascos, ¿eh? (risas). Lo que pasó fue que tras hacer la especialidad ya me quedé en Barcelona, pero suelo venir una vez al mes por aquí.

El español es un país con un retraso notable en material de Igualdad, conciliación, empoderamiento de las mujeres... ¿La crisis económica nos ha hecho retroceder en los logros alcanzados desde la muerte de Franco?

Bueno, la crisis económica ha supuesto un aumento de la precariedad del trabajo en general y la brecha salarial ha aumentado. Las políticas para abordarla se han centrado en los sectores masculinizados, que fueron golpeados por la crisis en primer lugar, y las medidas de austeridad, por el contrario, se han focalizado en sectores feminizados como la administración pública. Los países nórdicos son los que tienen menos desigualdades de género, con un modelo de familia basado en la doble fuente de ingresos, externalización del cuidado y responsabilidad de él y de ella en el trabajo doméstico y de cuidados. En los países post-soviéticos sí se da el doble ingreso -al menos, hasta hace pocos años-, pero los cuidados son extremadamente tradicionales, lo que las sobrecarga a ellas. El modelo anglosajón es de un liberalismo salvaje. Ahí y de forma creciente en España, el empleo para ellas es de peor calidad, mal pagado, lo que las convertirá en jubiladas pobres.

Decía José Luis Sampedro que "el tiempo no es oro: el tiempo es vida". Si hay precariedad, se suele trabajar más horas para paliarlo y hay que atender la casa, de modo que queda poco tiempo para cuidarse, disfrutar, socializar... Y, según vienen analizando, todo ello dispara el estrés y se pierde salud.

La precariedad tiene un impacto negativo sobre la salud de las personas; obviamente sobre la salud mental, pero también sobre otras dimensiones como la salud cardiovascular o la musculoesquelética. El alargamiento forzado de las jornadas de trabajo, bien sea para aumentar los ingresos de una familia con dificultades económicas, o bien impuesto por las empresas en un contexto en que los trabajadores y trabajadoras están en situación de vulnerabilidad económica y con grandes dificultades de empleabilidad, se asocia de manera consistente a malestar psicológico, insatisfacción laboral, hipertensión arterial, tabaquismo, sedentarismo en el tiempo libre y pocas horas de sueño. También las dificultades para compaginar vida laboral y familiar se asocian a problemas de salud similares.

Suecia ha reducido la jornada laboral a seis horas porque así se optimiza el trabajo, y los empleados no se distraen tanto y hay menos bajas porque "tienen más energía y son más felices". ¿Por qué en otros países, por ejemplo los del Sur de Europa, los empresarios optan por lo contrario: exprimir hasta que la gente enferma?

Yo preferiría un modelo más ético, pero ellos consideran que hay una legión de mano de obra barata, joven y sana, que les resulta rentable.

Pero, incluso egoístamente, un trabajador con experiencia, cualificado, les aporta más plusvalía.

En realidad, más que de los empresarios es un modelo de Estado. Las personas se colapsan y son sustituidas. No es ético, pero date cuenta de que pueden contratar a esos jóvenes por sueldos ridículos. Finalmente, las empresas que actúan de esta manera externalizan las pérdidas, esas personas que quedan en paro y eventualmente con problemas de salud.





Imagen reciente de Lucía Artazcoz.




Una de las trampas para l@s trabajadores son los empleos a tiempo parcial. Abrumadores entre las británicas, las holandesas, en Alemania y cada vez más en España. ¿Prisioneros a plena disponibilidad por sueldos míseros?

En la mayor parte de Europa, predomina el modelo de familia tradicional, por lo que las mujeres suelen optar por trabajos a tiempo parcial para poder atender la casa. En Reino Unido, por ejemplo, contratar a alguien que cuide de los niños es carísimo, de modo que la madre suele hacerse cargo, para lo que necesita trabajar menos horas fuera de casa. Los trabajos a tiempo parcial y las largas jornadas son los que generan más problemas de salud.
Con la crisis han aumentado los trabajos parciales involuntarios. Se ajusta la plantilla al máximo y se exigen horas extras. Y, claro, en plena crisis los empleados suelen acceder, por lo que pueden ser reclamados en cualquier momento a cambio de poca remuneración, y de sacrificar su tiempo. Esa mala calidad de trabajo y de vida, la imposibilidad de promoción en la empresa, la menor integración en el grupo laboral, el riesgo psicosocial, etc. van sobrecargando al trabajador. El colmo son los 'contratos de 24 horas' del Reino Unido: estar 24 horas disponible para cuando decidan llamarte.

La crisis está legitimando el maltrato.

Así es.

Normalmente, las mujeres son las más castigadas por las dificultades económicas.

Aparte de la discriminación histórica en el mundo laboral, y esa duplicación cuando no se reparten las tareas domésticas y los cuidados, muchas mujeres, algunas amas de casa, al quedarse ellos en paro han salido a trabajar. En algunos casos, desesperadamente, "en lo que sea". Además, las mujeres de una clase social alta pueden subcontratar el trabajo doméstico holgadamente, pero las de clases desfavorecidas o baja cualificación son las más afectadas por las dificultades económicas y de compaginación de la vida laboral y familiar: tienen peor estado de salud, hacen poca actividad física y duermen poco y mal, cosa esta última que se asocia con sobrepeso y diabetes.
Marta Arcas observó que en España los hombres trabajadores manuales también han ido presentando, desde la caída del empleo en 2008, malestar psicológico, pocas horas de sueño, poca actividad física en el tiempo libre, etc., porque había que sacar adelante la hipoteca, lo que, dado su papel tradicional como sustentador económico del hogar, los presiona y se ven obligados a aumentar las horas de trabajo para incrementar los ingresos.

La salud mental se resiente tanto o más que la física, ¿no?

Se da un aumento de la ansiedad y la depresión, que en España son afecciones comunes entre las mujeres, principalmente debido a factores sociales como su menor poder, sus peores condiciones de empleo o la responsabilidad del trabajo doméstico y familiar, los cuales configuran una situación desfavorecida respecto de los hombres. Con la crisis, la pobreza, el estrés, el entorno familiar... se acentúa el malestar. Un ama de casa a tiempo completo, por ejemplo, tendrá peor salud mental, peor salud general y consumirá más psicofámacos. Lamentablemente, tanto en España como en el resto de Europa la asistencia a la salud mental en la sanidad pública tiene serias limitaciones.


"Las mujeres de clases desfavorecidas tienen peor estado de salud, hacen poca actividad física y duermen poco y mal, lo que se asocia con sobrepeso y diabetes. Aumentan la ansiedad y la depresión, pues son las más afectadas por las dificultades económicas y de conciliación" 



Mientras en el Norte de Europa los permisos maternales (y paternales) pueden durar un año y todo son facilidades para la maternidad, aquí hay multitud de mujeres que pierden el puesto de trabajo porque se han quedado embarazadas; incluso algunas lo ocultan. Va a llegar un momento en que sólo se reproducirán los ricos...

La pérdida del empleo como consecuencia de la maternidad se produce en muchos países europeos. España tiene la tasa de fertilidad más baja de Europa y en buena parte se debe a las dificultades de las mujeres para compaginar vida laboral y familiar.

¿Por qué hay un déficit de atención a los riesgos laborales en el caso de las trabajadoras?

Porque aún hoy en día la salud laboral se centra en los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, dejando de lado los factores de riesgo psicosocial que son mucho más frecuentes en las mujeres.

En España, ser autónomo es una carrera de obstáculos. Así que, a veces, van arrastrando la pierna, la hernia o el dolor de cervicales al trabajo.
Efectivamente, este es un problema en nuestro entorno. Pero prácticamente no hay estudios sobre el tema.

Entre los problemas que sufren las mujeres en un país tradicional y en recesión, está que el jefe machista tiene más pista libre para abusar, ¿no? Eso puede interferir en el desarrollo profesional y la salud de la trabajadora. ¿Tienen datos sobre la repercusión del acoso laboral y los mobbings?

Lamentablemente, también hay muy pocos estudios científicos sobre acoso psicológico, en comparación con otros factores de riesgo psicosocial. En general, en la situación actual de crisis, las empresas tienen más pista libre para explotar a los trabajadores y trabajadoras.

Muchas mujeres alcanzan puestos de poder porque actúan como tradicionalmente los hombres. Buenos ejemplos son Margaret Thatcher o Marine Le Pen. ¿Las empleadas se encuentran, en esos casos, con un doble foco de estrés?

Intuyo que sí, pero no lo puedo asegurar con datos.

Esto ocurre en la Sanidad: dejas de ir al ginecólogo y escoges una ginecóloga porque crees que te va a comprender mejor, y a veces son más distantes y más incomprensivas o tanto como algunos de ellos...

Puede ser; las conductas no tienen que ver con el sexo biológico, sino que son producto de la socialización.

Juan Gérvas y Mercedes Pérez vienen denunciando que hay una serie de pruebas y vacunas muy agresivas -y prohibitivas- que sólo deterioran la calidad de vida de las mujeres. Hablan de la salud de las mujeres como "fuente de dinero", tal y como ocurre con los cosméticos o la moda. ¿Todo por las farmacéuticas?
En general hay una medicalización de la vida cotidiana, detrás de la cual está la industria farmacéutica, a lo que se añade la percepción por parte de muchos profesionales sanitarios y de la población general de que hay una pastilla para todo, sin tener en cuenta que toda medicación puede tener efectos adversos.

Esta pareja de médicos subraya la discriminación que sufren en la Sanidad las mujeres mayores, con peores recursos económicos, las que tienen alguna minusvalía... En general, sus análisis confirmarían que el trato discriminatorio a las mujeres en la sociedad se traslada a las consultas médicas en demasiados casos. Algo así como un trato homogéneo a los pacientes, como si todos y todas fueran varones, perjudicándolas a ellas porque tienen sus particularidades.

Hay muchos estudios que evidencian el menor esfuerzo diagnóstico y terapéutico en las mujeres. Ante los mismos síntomas, a ellos se les piden más pruebas complementarias y se les recetan fármacos más caros. Me gustaría saber qué pasa con las listas de espera porque no hay criterios para su gestión. También tengo alguna hipótesis en este sentido...

¿Cuál es?

Que los hombres tienen mayor probabilidad de ser priorizados. Hay estudios que lo documentan.

¿Pueden los políticos legislar de manera que se humanice este panorama tan injusto e insalubre?

Los gobiernos pueden y deben aplicar políticas para revertir esta situación. Por ejemplo, ampliando el permiso de paternidad y haciendo que el padre tome parte del permiso para facilitar que mujeres y hombres combinen por igual el trabajo dentro y fuera de casa; creando más escuelas para la primera infancia y aumentando los recursos públicos para el cuidado de personas mayores para permitir a las mujeres una incorporación total al mercado de trabajo; promoviendo la igualdad de sueldos entre hombres y mujeres con leyes antidiscriminación; asegurando la representación igualitaria en posiciones de toma de decisión; haciendo que los dos miembros de la pareja compartan el derecho a las pensiones de jubilación, para asegurar pensiones más justas para las mujeres que han trabajado más en casa...

Desde los organismos que dirige, ¿qué avances están logrando? ¿Tienen que actuar de 'Pepito Grillo' con las instituciones?

En 2013, 'The Lancet' publicó un artículo, Gender and Global Health: Evidence, Policy and Inconvenient Truths, en el que aseguraba que las políticas sanitarias y de salud pública no tenían en absoluto perspectiva de género. Sigue igual, pero es importante aumentar la investigación sobre las desigualdades de género en la salud para evidenciarlas y, sí, actuar como un 'Pepito Grillo', mostrando una realidad injusta que puede y debe cambiar.


 
"Los gobiernos pueden y deben aplicar políticas para revertir esta situación. Por ejemplo, ampliando el permiso de paternidad, creando más escuelas para la primera infancia y aumentando los recursos públicos para el cuidado de personas mayores, promoviendo leyes antidiscriminación"


Para más información: Entrevista a Lucía Artazcoz en la revista Emakunde (2017)
Los libros del Lince

Lucía Artazcoz, en Twitter: @LuciaArtazcoz

Juan Gérvas, en Twitter: @JuanGrvas 

Reportaje sobre el análisis de Gérvas y Mercedes Pérez acerca del exceso de la Medicina Preventiva (revista ON, marzo de 2013. Págs. 28-30)
Reportaje y opiniones expertas sobre por qué han aumentado las agresiones a mujeres y los feminicidios (Grupo Noticias, 2015)
Cosas en torno al 25-N, o por qué la vida sigue igual (compilación en este blog). Un planeta lleno de discriminaciones y de informaciones sesgadas
Europa no valora el trabajo doméstico pero sí aumenta el PIB con la prostitución y el narcotráfico (entrevista a Carmen Castro en Público)

Entrevista a Patxi Uriz, ganador de un Goya por su documental sobre la medicina humana versus la especulación de las farmacéuticas (Grupo Noticias, 2016)














 

domingo, 3 de septiembre de 2017

EL ROSTRO DE LA NOTICIA

Texto: Cristina Mtz. Sacristán 
Foto: Crystal Van Leeuwen (Médicos Sin Fronteras)

 
Sunood fue herida con 12 años al ir a por agua con sus hermanos. Mira a cámara en el campo de MSF.



  Sunood iba a por agua en Yemen, acompañada de sus hermanos, cuando un proyectil la hirió en el estómago.

  Es atendida por un hospital de campaña de Médicos Sin Fronteras y, mientras su madre la cuida, a su lado, ella mira a la cámara de MSF con una expresión profunda, como madura.

  Es posible que Sunood sea consciente, pese a su corta edad, de que su vida no es fácil, y que nunca será fácil.

  Es posible que la niña sepa que, si se recupera de esta guerra que nunca parece que vaya a terminar, la casarán a la fuerza con un hombre mayor que ella. Que vivirá como una esclava, llena de tareas y de hijos a los que apenas puede alimentar. Que su pueblo es blanco de un país fuerte y consentido, Arabia Saudí, y que ella y sus seres queridos pueden morir en cualquier ataque, o porque les privan del acceso al agua potable.

  Sunood, con su mirada penetrante, parece atravesar los mares y llegar hasta Occidente, donde algunos periodistas con conciencia recogen su foto tras difundirla la ONG de médicos. Es como si intuyera que tampoco para esas personas resulta sencillo convencer a quienes comandan el medio de comunicación de que lo que pasa en Yemen es noticia. O, al menos, noticia que abra la sección, un periódico o un informativo.

  Así que Sunood reposa con cierto estoicismo, pensando que, si se recupera de lo de la bala, quizás salve la vida y sólo por eso dará gracias cada día. Por respirar, por recoger agua de un pozo, por poder alimentar a su descendencia.

  A muchos kilómetros de esas personas que debaten qué noticias son importantes y cuáles no. Porque, ¿quién ha oído hablar de Angola, país rico en petróleo pero cuya población, espoleada por un gobernante durante cuatro décadas -muchos dictadores mandan 40 años-, no tiene ningún beneficio de tanta riqueza?

  Haití, siempre pobre, nunca ya es noticia. Sierra Leona ha de perder cientos de vidas para que recordemos que está esquilmada, que su pasado y su presente son terribles. Darfur, otrora la mayor crisis humanitaria, se ha diluido en el olvido, sepultada entre teletipos, enterrada por todas las boutades de Donald Trump, por el culebrón venezolano, por una enumeración sonriente de cómo se abate a ISIS en Siria, Irak, Líbano. Y, de vez en cuando, algún periodista con conciencia araña espacio para contar que la ONU o Amnistía Internacional, o Acnur, están denunciando que en las ofensivas al autodenominado Estado Islámico están muriendo civiles. Que están desprotegid@s. Que hay bombardeos sobre hospitales. Que mujeres y menores son violadas en su tránsito para salvar la vida.

  Números. Personas cuantificadas por cercanía. Litros de tinta en los atentados de París, de Niza o de Barcelona. Todas las visiones y análisis posibles; entrevistas, datos detallados, conexiones. Medios de comunicación que responden como soldados ante los ataques yihadistas. Abandonando, de nuevo, una vez más, al cuello de botella a Sunood, a las personas que siguen tratando de llegar en patera, a los periodistas asesinados en México, a l@s bahá'is machacados en Irán. Personas de primera, de segunda y de tercera. Clases en un mundo que sigue diciendo, a los cuatro vientos, que todos somos iguales.

  En cualquier caso, todos puede, pero no todas. Las macro-noticias hacen que los feminicidios resulten un goteo cansino en verano. Una española, acusada por su ex marido de secuestrar a sus hijos, ha huido con ellos porque el padre fue condenado por maltratador. En este caso, la opinión pública fuerza que Juana Rivas sea conocida, que llegue a las portadas, que su cara nos sea familiar. Ha puesto rostro a todas las demás, a las que nunca salieron en la prensa, a las enterradas bajo expedientes injustos de unos jueces sin justicia. De pronto, la población se percata de que ese run-run feminista tiene sentido: ¿un padre maltratador debe tener custodia compartida?

  Y, vuelta a empezar, los medios de comunicación visibilizan o invisibilizan. Sunood, tranquila y consciente, intuye que su rostro no será como el de Malala. Que no perdurará en el tiempo. Que, en realidad, ni el de Malala habría permanecido en nuestras retinas, de no recibir el Premio Nobel. Y así es: los medios son el eco de lo que quienes tienen el dinero -es decir, el poder- consideran que debemos saber. Así que, como en una clase de magia, quitan por aquí y añaden por allá.

  Y, de vez en cuando, haciendo grandes esfuerzos, algun@s periodistas logran rescatar a las Sunood del mundo de sus sombras. Exponiendo las injusticias. Y, así, el mundo ralentiza su suicidio. Gracias a médicos sin fronteras, algunos jueces just@s y algun@s periodistas con conciencia... que, si no pueden volcar toda la verdad en las empresas que les pagan, llevan a sus blogs los rostros de tantas guerras.





Para más información: Reportaje sobre Yemen en Grupo Noticias (2016)
Reportaje en 2015: Crímenes de guerra en el caos
Reportaje sobre las violaciones de Derechos Humanos realizadas por Arabia Saudí y sus consecuencias (Grupo Noticias,  27 de agosto de 2017)
Proceso de radicalización de los yihadistas en Europa (La Vanguardia, agosto 2017)
Los feminicidios siguen aumentando en Oaxaca. Crece la violencia en varios Estados de México (Grupo Noticias, 15 de agosto 2017)
La ONU advierte del enorme riesgo de l@s civiles al avanzar la coalición internacional contra ISIS (agosto 2017)
Entrevista Paula Farias (Gea Photowords) y José Antonio Bastos (Deia), sobre guerras, desigualdades, refugiad@s...
Angola: rica en petróleo, beneficios para unos pocos
Sierra Leona sigue buscando a cientos de personas tras las graves inundaciones de este verano
Reportaje sobre refugiad@s tras el 13-N, víctimas entre la espada y la pared (Grupo Noticias, diciembre 2015
8.500 niños mueren al día en el mundo de hambre (XL Semanal)
Nacer mujer en Darfur, o ser un cero a la izquierda (Deia, 2010)
La lucha de Malala Yousafzai por la Educación de las niñas
Zan TV, la primera televisión afgana hecha por mujeres (El Periódico)
Juana Rivas, más allá de lo social, un caso político (Artículo de Rosa Cobo en Público)
Escalada de la violencia machista en la España en recesión (reportaje en Grupo Noticias)
Rosa María Calaf, reportera: La gente cree que está informada, pero sólo está entretenida
Silencios. Repaso de la situación humanitaria en el planeta (El Tintero, 2015)
Los tiranos esperan al verano para cometer sus ataques (reportajes y artículos en mi blog)
Reportajes y artículos sobre la desigualdad de género todavía hoy
Jaque al Periodismo. Reportajes sobre la dificultad de ejercer esta profesión
Kim Jong-un y su peligroso pulso con Occidente: retrato del general y su laberinto (Grupo Noticias, 4 de septiembre 2017)
Web Médicos Sin Fronteras 
Web Amnistía Internacional
Web Save the Children




domingo, 16 de julio de 2017

LA EJECUCIÓN ANUNCIADA

Texto: Cristina Mtz. Sacristán







  En el periódico Deia me habían puesto a coordinar un suplemento de verano esos días. Era bastante trabajo, y cuando ya me hice a ello me llamó el redactor jefe de Política para decirme que lo dejara todo, que habían secuestrado a un concejal del PP.
   Yo, que ya empezaba a estar harta de explosiones a media noche, de estar cenando en Artxanda y que retumbaran los cristales del restaurante, de cubrir una persecución policial con tiros entre etarras y Ertzaintza, intuí que aquello iba a ser duro.

  Reuniones del gobernador, policía, otros políticos, para ver cómo abordar la cuestión. A mí me producía ansiedad observar la calma con que daban cada paso pues, a esas alturas, 1997, ETA había demostrado que no veía ya vidas humanas, que si tenía que ejecutar lo haría y que había colocado el reloj en una cuenta atrás.
  Así que un par de compañeros y yo cubrimos todo: las ruedas de prensa, las declaraciones, los sollozos en Ermua. Llegó el Día D, ese sábado de calor espeso y sofocante que invadió la macro-manifestación que discurrió por la Gran Vía de Bilbao. Al cabo, en el Ayuntamiento recogí declaraciones, tomé notas, pregunté... Pero todo fue inútil. Todas esas horas, todas esas voces se acallaron, como con un trueno siniestro, en la sobremesa: tal y como habían anunciado, un par de etarras dispararon en la nuca a Miguel Ángel Blanco.

  En Ermua, en ese pequeño pueblo fronterizo, con el calor haciendo todo aún más insoportable, hubo manifestaciones espontáneas por las calles, la gente gritaba o lloraba -o las dos cosas- y la confusión era grande. Una colega no pudo más y se quedó en cuclillas, en shock, llorando con la espalda contra la pared de una de las casas.
  Los que se habían enfrentado al franquismo habían desplegado, con total desprecio y fanatismo, los mismos métodos contra los que habían luchado nuestros abuelos.

  El tiro en la nuca resonaba en cada voz ahogada...

  Al día siguiente, muchos periodistas no quisieron subir a la Capilla Ardiente. Yo decidí ver al concejal asesinado. Hicimos cola y, cuando llegué a su féretro, pude comprobar que su rostro era el de un joven, bastante guapo, todavía con toda la vida por delante, aunque demacrado por la muerte indigna. Las vendas cubrían su cráneo roto, yermo.

  Quise conservar en mis retinas el rostro de Miguel Ángel Blanco, y lo conservo hasta hoy, para no entender nunca el horror. Para no perder mi brújula por caminos oscuros. Para respetar que cada vida humana tiene el mismo valor. Cada vida, cada ser.

  Abajo, entre bastidores, Carlos Garaikoetxea y Josu Bergara tenían lágrimas en los ojos. Jáuregui esbozaba una extraña pequeña sonrisa y, claro, Iturgaiz no disimulaba el recuento de votos en su cabeza: este asesinato de su colega, de su amigo, le iba a dar numerosos réditos, a él y a su partido.

  Asqueada por evidenciar la realidad en las distancias cortas, creo que desde entonces he marcado mi trabajo, mi vocación informativa y mi vida por aquel 10 de julio. Por eso me acerqué tanto al cadáver: para estremecerme lo suficiente como para que la conciencia me perdurara hasta mi vejez.
  Da igual quién dispara, quién ataca, quién golpea. La cuestión es que la violencia es un maldito callejón sin salida. La destrucción sin sentido.



El alcalde, familiares y pareja de Blanco, desrozados ante la ejecución.



  Huelga decir que ese verano, en el que las nubes lloraron y el viento sopló frío en Bizkaia, me fui al sol del Sur de Tenerife, donde me esperaban amigos y el océano azul. Para restañar heridas, persecuciones policiales, bombas, zulos y castigos.

  Porque nada, ni nadie, tiene derecho a jodernos la vida



Para más información: Crónica de la ejecución en el diario Deia (1997)
Mis trabajos sobre Derechos Humanos, recogidos en este blog




domingo, 8 de enero de 2017

¿PARA QUÉ SIRVEN LAS NAVIDADES?

  Texto y fotos: Cristina M. Sacristán



Decoración navideña en Adenauer Platz (Berlín), días antes del atentado en Charlottenburg.



  En un país como Polonia, que tiene tan presente a "su" Papa, Karol Józef Wojtyła (Juan Pablo II), el catolicismo impregna la vida cotidiana y, desde luego, el fin del año. Como he ido publicando años atrás, en concreto Cracovia destaca por sus puestos callejeros y virgueros belenes, que podemos disfrutar en un singular desfile, muy colorista, o bien en las exposiciones de las obras ganadoras, en iglesias destacadas de la ciudad.

  En un lugar como Cracovia no cabe preguntarse por el sentido de la Navidad, pues sus habitantes adoran a Jesucristo y celebran su nacimiento con respeto y dulzura. Aquí no caben los excesos en las compras, y no sólo por el sentido religioso de sus fiestas, sino además porque el nivel de vida medio de los polacos todavía es más bajo que el de otros países de Europa. Por ejemplo, no es usual que una familia entera salga a comer o a cenar fuera de casa. Eso sí, en sus hogares no faltan los libros...



Desfile de belenes cracovianos, por las calles de la ciudad polaca, a primeros de diciembre.



  Cuanto más al Norte de Europa, menos referencias religiosas vemos en la decoración navideña, y más campanas rojas, renos y pequeña lucecitas que centellean por la ciudad. Este es el caso de la multicultural e intensa Berlín, capital poliédrica y creativa que concede un capítulo muy especial a los mercados navideños semanas antes de finalizar el año.

  En esas fechas, es fácil que la camarera nos sirva una generosa ración de Goulash soup o de meat balls, argumentando que "It´s Christmas time", mientras los platos de codillo más bien parecen bandejas. En los establecimientos suelen hacer pequeños obsequios, incluso en los más inesperados, y la gente celebra con ilusión el ritual de dejarle los zapatos limpios a Saint Nicholas.

  Resulta conmovedora la expresión aniñada de algunos adultos cuando hablan del periodo navideño. Es bonito que mantengan ese brillo en los ojos tan virgen aún. Así que el día en que atentaron con un camión contra el mercado de Breitscheidplatz fue de imaginar que el ataque no sólo era contra la política alemana, concentrada en Berlín, sino además contra esa primigenia ilusión, ese entusiasmo que caracteriza a la ciudadanía berlinesa por la vida.




Abetos en Charlottenburg (10 de diciembre de 2016).




  ¿Qué nos ha pasado?

  Al aterrizar en territorio español, el suave tintineo de la Navidad centroeuropea da paso a un bombardeo de anuncios televisivos de una alta agresividad.

  El choque cultural, al haber pasado un tiempo en el Norte de Europa, siempre es inevitable. Pero, en Navidad, resulta incluso chirriante. Un elenco de marcas de perfumes se pasea por tu casa subrayando que los hombres están ahí para despreciar, ser arrogantes e incluso golpear (véase el spot de Festina protagonizado por Gerard Butler). Por su parte, las mujeres son objetos de deseo entre gasas que apenas las cubren, labios entreabiertos y genitales expuestos como en una pelea de mandriles. Si él llega, les da órdenes y ellas, lánguidas, como anémicas pero con aspecto de mamíferas en celo, obedecen como si no hubiera un mañana.

  Hay algo de suicidio en esos mensajes. Ellos golpean y ellas ceden...

  Los anuncios de juguetes muestran a niños y niñas muy irritantes, caprichosos y llenos de demandas. Insaciables y difíciles de contentar.

  Los programas especiales de Navidad están llenos de derroche y mal gusto. Con viejas glorias, como Raffaella Carrà, y presentadoras semidesnudas, que no dudan en ponerse en tanga a -2º C en Nochevieja para ser trending topic en prime time.

  Ah, y hay que jugar a la lotería...

  Entonces, una se pregunta: "Si hemos perdido el sentido de la Navidad cristiana, ¿por qué le damos una envoltura católica? Y, si somos tan paganos... ¿por qué celebramos tanto la Navidad?".

  El escritor y periodista Ramón Betancor expuso este agudo post en su muro de Facebook hace unos días:

"Resulta que una paloma preña a una virgen y nace un niño. Entonces un tal Herodes se mosquea y ordena matar a todos los menores de dos años. Pero el hijo de la virgen y la paloma sobrevive y llega a cumplir los 33 antes de ser brutalmente ejecutado. Y la movida es que nosotros celebramos todo eso cada año poniéndonos hasta el culo de comida y bebida y fundiendo la tarjeta de crédito. ¿Lo he pillado?"


  Ni somos creyentes, ni somos austeros ni sabemos lo que queremos... Pero, por ejemplo en el País Vasco, hay quienes:

  - celebran el lunch de empresa
  - comen y beben en la feria de Santo Tomás del 21 de diciembre
  - juegan a la lotería del 22
  - celebran la Nochebuena
  - celebran el día 25 con una comilona (tras la cena)
  - hacen regalos el 24 (por el Olentzero o por Papá Noel)
  - celebran la Nochevieja
  - celebran con comida el día 1
  - vuelven a hacer regalos la noche del 5 de enero
  - vuelven a hacer comilona el 6 de enero
  - quedan para cenar a lo largo de las navidades con amigos
  - este año, muchos se tomaron las fiestas del 6 y el 8 de diciembre como puente e incluso 'acueducto', antes de la maratón navideña
  - etc.

  Como dice Betancor, ni estómago ni tarjeta de crédito que lo resista.




'Melt'. Pintura realizada en Finlandia por Raisa Raekallio y Misha del Val.




  La huida

  Celebrar la Navidad cobra más sentido cuando los miembros de una familia están separados geográficamente y desean reencontrarse, charlar, abrazarse... Por el contrario, hay familias que no pueden ni verse, o bien que en navidades acaban como el rosario de la aurora. En otros casos, la pérdida de uno de los miembros puede resultar un dolor insondable en estas fechas.

  Por otra parte, en una sociedad moderna, en la que hay familias monoparentales, parejas gays o lesbianas; amigos que viven juntos... la convención no parece dar mucho paso a otras fórmulas de elección de con quién queremos pasar el final del año.

  En un país con 5 millones de parados, la bacanal de gastos y compras desenfrenada e ilógica no tiene mucho sentido. En medio de ella se suelen mantener firmes l@s decrecentistas y los animalistas. Hay personas antinavideñas que optan por ponerse orejeras todo lo que pueden, y hacen su vida sin seguir a la corriente, y otras, por ejemplo, acostumbran a viajar en esas fechas.

  Hay que tener en cuenta que en unas semanas en que todos los mensajes son de "alegría, paz y amor", quienes están enferm@s, o no llegan a fin de mes, o se les ha muerto un ser querido, o se encuentran en crisis existencial... ahondan en su malestar. De hecho, el número de suicidios aumenta en las navidades.

  Si añadimos el frío asociado a la temporada, los hay que escapan directamente a destinos como Canarias, donde el sol, las palmeras, la playa y las flores autóctonas distraen de los motivos recurrentes y repetitivos de los entornos navideños.

  El Grupo Generación 2015 realizó un vídeo en noviembre en el que preguntó a 27 jóvenes de Madrid quiénes eran las personas más importantes en sus vidas, qué les iban a regalar en Navidad, qué les comprarían si les tocara la lotería y, finalmente, qué les regalarían de ser sus últimas navidades. En la última pregunta los chicos y chicas se paran en seco y, emocionados, hablan de compañía, tiempo, familia... Los objetos materiales desaparecieron del discurso.




La presentadora televisiva Cristina Pedroche se va quitando ropa cada Nochevieja, en prime time, con el frío arreciando.




Las mujeres siempre reciben

  Las mujeres que queremos alcanzar la Igualdad de Derechos en España hemos estado debatiendo estas navidades sobre el daño que nos hace perpetuar esa imagen machacona de féminas "disponibles", hipersexuadas y sumisas con los machitos que aparecen en los medios de comunicación, doblegándolas de forma indisimulada, en estas fechas.

  El caso de las presentadoras españolas dando las campanadas sin apenas ropa a menos dos grados es ya un escándalo inadmisible en una sociedad avanzada. En los países del Norte de Europa, impensable.

  Mientras los presentadores van convenientemente abrigados, y no requieren ser guapos para presentar, por ejemplo Ane Igartiburu se estaba quedando sin voz en la Puerta del Sol, pero ante todo con un vestido de pronunciado escote y sin nada que la cubriera.

  Así pues, crece nuestra preocupación por que las navidades, al menos las españolas, sirvan para enmascarar un periodo diabólico del Patriarcado capitalista, en el que se insta a diario al gasto innecesario, se instiga a los menores a desear desde niños más cosas que las que precisan para su felicidad -alejando todo asomo de solidaridad con quienes no tienen apenas nada- e incitando al maltrato y ninguneo a las mujeres como en antiguos y oscuros tiempos.

  La profesional sanitaria y escritora Carmen de la Rosa rescata un documental de Lorella Zanardo sobre la imagen de las mujeres en la televisión italiana: retocadas, sobredimensionadas, con labios y pechos de cómic, humilladas por los presentadores -que llevan la voz cantante-... y, de mayores, escondidas tras la cirugía. Negadas en su identidad. El documental expone que las mujeres tendemos a tener la imagen que los hombres proyectan en nosotras de sus deseos, no la imagen auténtica de quienes queremos ser. Nancy Huston lo explica en su libro 'Reflejos en el ojo de un hombre' (Galaxia Gutenberg).

  Si todo esto ocurre a lo largo del año, en Navidad se acentúa exponencialmente. Si a lo largo del año se azuza al público a comprar lo que no necesita realmente, en Navidad hay barra libre para el acoso mediático. Si durante once meses las presentadoras televisivas españolas tienen que pasar el casting por su belleza -ellos, no-, en Navidad casi han de desnudarse en prime time -ellos, no, e incluso pueden ser feos como un ano-.
  Y, mientras Cristina Pedroche alardeaba de "libertad" embutida en una especie de corsé de estrellas horrendo y minúsculo, se producían tres feminicidios más en España.




The perfect dictatorship would look as a democracy, but basically it would be a prison without walls
in which prisoners would not even dream of escaping (...) A system of slavery in which, thanks to
consumption and entertainment, slaves would love their servitude"




 Seguir o decir "Stop"

  Podía no haber hecho este post y evitarme fama de outsider, pero, ante este panorama, la pregunta del millón es: ¿Qué hacemos?
  Podemos seguir cediendo a la marea, o escapando de ella, o bien podemos empezar a puntualizar que no estamos dispuest@s a ceder ante tantos atropellos.

  Si Jesucristo nació en un humilde pesebre y vivió como un hippie, quizás es tiempo de hacerle un poco de caso. Y vivir con menos. Pero con más corazón.
  O no: ser conscientes de que estamos inmers@s en una rueda en la que nos dirigen y, de pronto, como en una borrachera, compramos y comemos todo a destajo para luego, de golpe, frenar y escuchar el silencio de enero. Sólo interrumpido por el cántico de los números rojos y los kilos de más en la báscula...
  ¿Para qué hacemos todo esto? ¿Porque queremos o para que no nos miren mal en el vecindario?
  ¿Porque nos da pereza llevar la contraria al pensamiento único?
  ¿Para dejar clara cuál es nuestra posición social? 

  Si es por los niños, con unos ratos de juegos y alguna cosa para que se entretengan, siempre tienen de sobra. Nunca fue de otra manera.
   
  Podemos hacer una media y caminar hacia unas navidades más éticas y respetuosas con el entorno. Evitando la ofensa a quienes están pasándolo mal. Limitando los mensajes publicitarios, la violencia en sus contenidos; erradicando la degradación de las presentadoras de televisión... Se puede conseguir, sin tener que cambiar de país.

  O podemos, en unos diez meses, volver a empezar con el déjà vu.




"Ahora que ya han terminado los anuncios de mujeres orgasmandeando al olor de algún macho (...) unos grandes almacenes nos dicen, de nuevo, qué tenemos que hacer. 'Quiéreteme' es un galimatías, otro imperativo y nos autoriza a querernos. Pero no antes ni después, sino ahora: cuando nos lo dicen ellos" - May Serrano, artivista





Más información: Berlín, una Navidad robada (mi análisis tras el ataque de diciembre, Grupo Noticias)
Se cierra el telón. Sobre cómo para los mandatarios conservadores la Navidad es el estado de sitio ideal (El Tintero, 2015)
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Algunos de mis reportajes sobre la situación de Desigualdad en el mundo. Más, en este blog
La firme visión de un mundo equilibrado, según José Mújica