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domingo, 22 de febrero de 2015

LOS FLASHES, SOBRE LAS MINORÍAS Y LOS SENTIMIENTOS PROFUNDOS

A punto de la gala de la entrega de los Oscar, repaso una Berlinale que, como decían en el programa 'Días de cine', se caracteriza por "premiar a las causas nobles". Más allá, esta 65ª edición ha reunido un exquisito Cine indígena, presentado documentales reivindicativos y puesto de relieve a autores polacos, iraníes, chilenos... en una ciudad marcada por su multiculturalidad



Texto y fotos: Cristina M. Sacristán


Por la alfombra roja del Friedrichstadt-Palast. En esta edición, no han sido los más famosos los galardonados.




  Estoy muy contento porque esta edición de la Berlinale ha sido muy especial. Porque los pequeños filmes han sido premiados, convirtiéndose en grandes películas. Esto es muy importante para nosotros, porque en estos momentos el mundo no parece estar en el orden adecuado. Y en este pequeño planeta que es la Berlinale estamos conectados con el mundo y sus problemas reales a través de sus películas. Y parece que ha funcionado (...) Cuando veo cientos de miles de personas muriendo a un puñado de kilómetros de la Comunidad Europea me pregunto por qué los políticos y la gente no están haciendo algo para detener eso. Por qué pueden "shoot the world in pieces, but not in peace" (en pedazos, no en paz). Deberíamos hacer de este mundo un lugar mejor. Así que gracias de veras por vuestro arte, y gracias al jurado de la Berlinale por sus decisiones".

  El atareado director de la Berlinale, Dieter Kosslick, dijo estas palabras en la serena entrega de premios de la 65ª Berlinale. Estaba encantado con esta edición, aunque "muy cansado" por su intenso programa, y los últimos días ya no concedía entrevistas. Aún no se habían hecho públicos los premios, pero su discurso fue un anuncio de los resultados: Aunque la alfombra roja haya tenido mucho peso, con el glamour importado de Hollywood, de actores y actrices estelares, como Nicole Kidman, Juliette Binoche o James Franco, el festival berlinés, que sigue creciendo en cantidad y calidad, ha reflejado muy bien la multiculturalidad y la diversidad de visiones de cómo se construye el mundo actual, cómo cojea, cómo respira...



Una impoluta Nicole Kidman y su director, Werner Herzog, en el photocall de la presentación de 'Queen of the desert'.



  Ciertamente, en la Berlinale no han faltado los focos y los flashes, en multitudinarias ruedas de prensa y en el recorrido de las alfombras rojas cereza -como el color de Berlin-. Lo curioso es que estaba nevando y no había calefacción para las estrellas de vestidos vaporosos y trajes de chaqueta: se ve que, a veces, hay que sufrir para ser famoso... Sí, en cambio, muchos selfies, como una característica de esta edición, en los que han participado actores y actrices, e incluso hecho fotos, como en el caso de Charlotte Gainsbourg, quien aceptó hacer las veces de fotógrafa de la concurrencia desde la mítica alfombra...

  Locura en el lateral del Hotel Hyatt, al salir las estrellas. Los Audis invadían la zona acordonada por la policía. Ya en el colofón, el viernes 13, ni los periodistas podíamos ascender por la escalera a la zona de prensa, pues Cate Blanchett, Kenneth Branagh, Helena Bonham Carter y el resto del elenco de Cinderella dieron una rueda de prensa que se desbordó por los pasillos. Lily James es como el personaje de cuento que interpreta, con expresión sonriente y soñadora, mientras Blanchett es sobria, de modales y atuendo sencillos y nada ostentosos, pero de ojos hechizadores. Más que en pantalla. El príncipe, Richard Madden, más guapo que en la ficción, también; Bonham Carter, algo gótica e irónica, y Branagh, feliz con su estreno. Y no era para menos.

  Cómo aplaudió el público el final de las 12 famosas campanadas que devuelven a Cenicienta a sus ratones y su calabaza. Como en una persecución endiablada, se diría que estamos dentro de un cómic. Bueno, la propia Blanchett es la madrastra elegante y retorcida, la encarnación de la envidia y la frustración: "You are young, you are good", le espeta con rabia a Cinderella. Y Bonham Carter, un hada vacilona y poco ortodoxa, la tía maja que todas queremos de amiga... La factura del realizador de Hamlet redondeó el certamen.




Cate Blanchett, objetivo de los fotógrafos por todo el Hyatt Hotel. 'Cinderella' llegará a las pantallas españolas en marzo.



  Un buen revuelo se montó también el día 5, cuando Isabel Coixet abrió el festival con Nobody wants the night. La expectación era grande, y la directora de Sant Adrià del Besós estaba emocionada. Aunque lo suyo no son los flashes. En cambio, la laureada Juliette Binoche tiene mucha soltura ante las cámaras, y achuchaba a su directora con cariño y espontaneidad. Me la topé en el Hotel Regent, habilitado para las entrevistas, y parece muy simpática. Tiene una belleza muy natural, y está bastante delgada, aunque lucía flamante con su Armani, toda escotada a -2º C, por la noche, en la alfombra roja.

  Las chicas se volvieron locas con James Franco y Damien Lewis. Algunas se derretirían, pues el showman que puede llegar a ser el apuesto Franco ha venido a la Berlinale con tres películas esta vez. Curiosamente, James se reía a carcajadas en la rueda de prensa de Queen of the desert, mientras en la película Every thing will be fine, de Win Wenders, no se ríe hasta el final. Y es que este experimento en 3D camina por el dolor y la culpa, en una historia que recuerda a El laberinto de Nicole Kidman. Sale mal parada de su malestar Rachel McAdams (El diario de Noah) y le acompañan Charlotte Gaingsburg y Marie-Josée Croze.

  Helen Mirren, una auténtica Women in gold, fue otra de las actrices que más expectación suscitó. Y es que tiene una trayectoria excelente y está muy galardonada. En directo, pizpireta y más jovial que en algunos de sus papeles -como el de Elizabeth-, y bajita y delgada. Me causó la misma sensación que Concha Velasco, cuando la conocí siendo yo universitaria: llenaba el escenario con su esplendor, pero en la distancia corta te daba la mano y parecía que se iba a quebrar...




"Helen, Helen!", gritaban fotógrafos y fans agolpados en el lateral del Hyatt, a la espera de captar una sonrisa de Ms. Mirren.



  Los fans sí se concentraron en la Berlinale, y los cinéfilos hacían colas por los principales cines de la ciudad -dándose la reventa, por ejemplo, en el inasequible Friedrichstadt Palast-, pero el fenómeno de 50 sombras de Grey ha sido mediático, sobre todo en España. En Berlín fue acogida con tranquilidad, y los críticos hablaban de menos de 11 minutos de escenas sexuales. En cambio, Einsenstein in Guanajuato está repleta de escenas frontalmente sexuales -homosexuales-, con desnudos de los dos protagonistas, un coito anal en tiempo real y sin tapujos, duchas y contactos sexuales sin nada que ocultara sus partes pudendas... Creo que no había visto tantos minutos de penes en una sola película no pornográfica en toda mi vida...

  Y es que Peter Greenaway presenta una versión algo surrealista y descarada de un genial Einsenstein, locuaz, indagador, excéntrico y ultracreativo, que descubre la libertad sexual en México. Muchos que nos quedamos en El acorazado Potemkin y su ruptura con la historia del cine, descubrimos en Berlín las andanzas del director ruso, antes de regresar a su país, donde los homosexuales y disidentes a veces pagaban serlo en Siberia... Y es que Greenaway anunció, en rueda de prensa, que "el cine está ahí para ser disfrutado. Así que ¡disfrutémoslo!". Y de ahí su experimental e interesante Einsestein, todo un desafío a las convenciones...





Informándose sobre si hay "alguna entrada" en el solicitado Friedrichstadt-Palast, de Friedrichstrasse. Afuera, la reventa...



  Pues ni el Queen of the desert, ni Nobody wants the night, ni el cuento perfecto de Branagh, ni el sonoro Knight of cups de Terrence Malick. El independiente jurado de la Berlinale 2015 premió al cámara impenitente de Victoria, película del alemán Sebastian Schipper que narra, en una sola secuencia, las peripecias de una inmigrante madrileña en la noche de Berlín. Schipper asegura que su casting fue decisivo, que no hay trampa ni cartón, y que el filme ha seguido esta innovadora fórmula ¡de 114 minutos!

  Galardonó, también, el delicioso documental de Patricio Guzmán El botón de nácar, que viene a completar una trilogía en la que usa un elemento de la naturaleza como hilo conductor de su narración. En este caso, el agua, que recorre el cosmos y Chile, el país más largo del planeta, vapuleado por un Pinochet mortífero y, antes, por la extinción de los indígenas de la Patagonia. En una conjunción repleta de poesía...

  Y es que en esta ocasión la Berlinale dedicó su sección Native al cine Latinoamericano. Y el oso de Oro al mejor filme se lo llevó Taxi, una sencilla película sin grandes presupuestos pero sí originalidad y autenticidad. El farsi se dejó oír en la Berlinale, y ya antes de hacerse público el galardón Taxi había sorprendido en Berlín.






No es una suite. Es el tocador del lavabo del Hotel Regent...



  El Club, de Pablo Larraín, centrada en las relaciones grupales, consiguió otra codiciada estatuilla, así como el volcán guatemalteco Ixcanul, de Jayro Bustamante (otro guiño al cine indígena). En esta línea, la rumana Aferim! también logró el favor del jurado, con el Oso de Plata al mejor director, Radu Jude.

  Fue un gusto comprobar que la polaca Malgorzata Szumowska se llevara el Oso de Plata al mejor director, por Body. En este filme también se aborda la pérdida, con situaciones duras -el viudo que bebe y está ausente, y la hija que se vuelve anoréxica-, y tonos azules y tristes... Pero el patio de butacas sabía reír ante escenas cotidianas caprichosas y muy humanas, que se ve que lograban empastar al respetable. El deseo de recuperar la fe conduce a los protagonistas a escenarios extremos. Y, tras el llanto, la capacidad para reír...

  Body es uno de esos ejemplos de películas de este festival que vemos en versión original y luego leemos en inglés y alemán. Toda una clase práctica, y que nos ayuda a viajar por acentos y expresiones del mundo... Como un viaje en un festival que se desarrolla en Berlín, toda una torre de Babel...




Charlotte Rampling y Tom Courtenay firmaron sus fotos en la presentación de '45 años' en el Berlinale Palast.



  En esta línea de premios a las historias íntimas y humanas, los 45 años de matrimonio de Charlotte Rampling y Tom Courtenay les han proporcionado las estatuillas a mejor actriz y mejor actor. Una crisis tardía que les pone en jaque. Y unos actores veteranos y que llenaron la Berlinale con su presencia.

  En esta edición, preñada de títulos diversísimos, no han faltado documentales como Tell Spring Not to Come This Year, premio Panorama y dedicado a Amnistía Internacional, así como el corto El juego del escondite, rodado en Líbano por David Muñoz, para Acción contra el Hambre.

  ¿Se distinguirán los glamourosos Oscar de Hollywood por sus historias humanas? Ojalá el espíritu de la 65ª Berlinale alcance a Los Angeles y, como dice Kosslick, reinventemos un mundo mejor, a través del arte...



Ernst Lubitsch ocupa su lugar en el Paseo de la Fama, en Potsdamerstrasse.




Para más información: Reportajes sobre la Berlinale 2015. En El Tintero, entrevista con Isabel Coixet (Deia, Noticias de Gipuzkoa) y programas de radio en directo con Onda Vasca, el 6 de febrero y el viernes 13

Web Berlinale
Reportajes sobre la tensión Berlín-Atenas e islamismo-islamofobia, mientras transcurría el certamen. En el diario Deia y Noticias de ÁlavaY semblanza socio-política de ese periodo, en Gea Photowords
Otros reportajes sobre las elecciones alemanas, hace dos años, y su sociedad (Gea Photowords, El Tintero, etc.)
Reportajes sobre el Jubileo del Muro de Berlín (El Tintero, ON, Gea Photowords, Deia...), su multiculturalidad, su intensa vida creativa (El Tintero, El Asombrario, Deia, Aurora Boreal, Onda Vasca, Leer para creer...)
Recorrido por los múltiples eventos de Berlín (ON, marzo 2015. Págs. 30-33)
Web VisitBerlin
Vueling to Berlin

domingo, 9 de noviembre de 2014

25 AÑOS COMO SÍMBOLO DE ESPERANZA

Ha llegado el Día D en Berlín, los 25 años de la Caída del Muro, la reunificación, el renacimiento y el fin de la Guerra Fría. Antes que la capital alemana Polonia rompió con el bloque soviético y Leipzig logró, con su Revolución Pacífica, empezar a empujar el muro de la vergüenza. Les invito a un paseo por una Berlín que no ha dejado de transformarse vitalmente desde entonces



Texto y fotos: Cristina M. Sacristán




El artista de origen vasco Víctor Landeta es de los pocos que está pintando trozos de muro este año Jubileo.


  Hay un olor dulce por la ciudad de Berlín. Es una colonia masculina que se repite al caminar por el andén del metro, por Alexanderplatz, en la parada del tranvía... Dulce y suave, como los ademanes y la forma de hablar de los berlineses, en su mayoría tan activos y joviales, con sus vestimentas cómodas y sus bicicletas a mano para atravesar la vasta urbe del Spree. Antes de 1989 las distancias para acceder a los puntos de encuentro eran más cortas, pues el Muro (Schandmauer) dividía el Este y el Oeste como si fueran dos planetas distintos. Para los berlineses que vivieron esta situación, que les separó de familiares, amigos, amores y negocios, el otro lado era como una entelequia, "otro mundo", inaccesible, condenado a la separación y al destierro más literal.

  Fueron años duros sobre todo para quienes vivían en Berlín Oriental. Un cada vez más paranoico Stalin bramó al comprobar que los obreros estaban hartos de tener sueldos tan bajos, que se empezaban a rebelar o que incluso emigraban hacia el Oeste de Alemania en busca de mejores empleos y salarios. Berlín había sido rica industrialmente al comienzo del siglo XX, pero tras la devastación de la II Guerra Mundial y el nazismo su debilitamiento fue progresivo. De una dictadura a otra. Casi de la noche a la mañana, "de una forma radical que nadie podría haber imaginado", el Kremlin alzó en 1961 un muro que dividió la capital alemana de Norte a Sur, subraya el responsable de VisitBerlin Christian Tänzler. 48 kilómetros de telón de acero atravesaban Berlín, y 160 kilómetros, nada menos, aislaron Berlín Oeste. El Muro total, que separó Alemania Oriental de la Occidental, medía 1.500 kilómetros.


La imagen de Brandenburg Tor está presente hasta en la decoración de los hoteles, como la del Mercure, en Mollstrasse.


  En un tiempo récord, seres queridos, pertenencias y relaciones muy diversas fueron como extirpadas. Así lo delata el Tränenpalast o Pabellón de las lágrimas, donde muchos despedían a familiares, amantes o amigos sin la certeza de si les volverían a ver más. Enfrente de la estación de Friedrichstrasse, una especie de Finisterre, un abismo, les separaba sin visos de futuro. En Potsdamerplatz -hoy símbolo de la Berlín ultramoderna, de vanguardistas rascacielos, la Filarmónica y la Berlinale- la división llegó a medir 500 metros, de modo que las fotos de los 60 producen una corriente fría por el cuerpo. Algo parecido ocurre con las imágenes de Brandenburg Tor, entonces desoladora y actualmente una especie de Sol madrileña, llena de vida. En el caso de Bernauerstrasse, donde se halla el mayor memorial de la Guerra Fría de Alemania, muchas viviendas daban a la zona Oeste, de forma que resultó una fuga importante de disidentes: muchos saltaban desde la ventana, con el hatillo, y a veces morían, o eran apresados... Bastantes lograron escapar por ahí, pero en total 135 personas murieron tratando de atravesar el Muro, en Berlín, y 400 en toda Alemania.

  Hay personas que se criaron en Berlín Este que confiesan que, al caer el Muro en 1989, se sintieron liberadas. Por ejemplo, Mathias, un guía que habla un castellano bastante bueno y que cuenta que, desde entonces, "pude estudiar lo que quería, viajar... El día en que cayó el Muro fue el más emocionante de mi vida". La gente más mayor, como su madre, no ha asimilado bien los cambios históricos que les ha ido tocando vivir. Son experiencias demasiado fuertes para ellos. Mathias, al contarme estos aspectos de sus vivencias en el Este, saltaba al inglés. Probablemente, se transportaba mentalmente a momentos duros, que vivió en primera persona...



El guía e historiador del arte Stefano Gualdi, junto a la estación de Friedrichstrasse, donde separaban a la gente en el Tränenpalast.



  Antes que en Berlín, en Polonia ya han celebrado los 25 años de liberación del yugo soviético. Parece mentira que quienes enarbolaban el ideario comunista, el que hablaba de igualdad de derechos, repitieran los mismos terribles errores de los fascistas a los que se habían enfrentado... Y, en la musical Leipzig -cuna de Wagner, Mendelssohn, Schumann, Bach...-, la Revolución Pacífica fue previa a la noche en que empezaron a derribar el Berliner Mauer: ellos ya reivindicaron la reunificación y la salida del régimen dirigido desde Rusia, con éxito. Así, el pasado 9 de octubre tuvo lugar el ya tradicional Desfile de Luces, pero esta vez mucho más emotivo.

  Así me lo relataba Arne Kühn, guía en Leipzig pero nacido en Berlín Este, quien ha ido observando los acontecimientos históricos con gran atención. Hoy hace un mes, el evento de Leipzig "fue súper lindo. Vi gente llorando, emocionada. Se preguntaban unos a otros, desconocidos, sobre sus experiencias en el 89". Según Arne, el desfile evocó "lo mismo que pasó 25 años atrás, sólo que ahora en libertad y todo bien organizado", con instalaciones de artistas que "incorporaban la ciudad y sus edificios en el concepto", y con "personas de muchos otros países y otras ciudades de Alemania".




La East Side Gallery conforma el resto de Muro más grande, con 1.300 metros de pintadas, de arte al aire libre.



  Y, el 9 de noviembre de 1989, el Muro berlinés cayó. Hubo quien derribaba con un martillo trozos de Mauer, incluso quienes empujaban pedazos con sus manos, para alcanzar a sus seres queridos. Pasar del Este al Oeste había sido dificilísimo, y muchos que lo lograban visitar luego eran castigados o sufrían mobbings, por ejemplo en el trabajo, relatan Mathias y Stefano, historiador del Arte y buen conocedor de Berlín. Los abrazos de reencuentro fueron numerosísimos, y muchos ciudadanos de Berlín Este asistían atónitos al bienestar de las calles de Berlín Oeste, envueltos en sus humildes ropitas... El contraste era enorme, y la escisión había logrado su objetivo: aislar mentalmente al Este, mantenerlo en su ostracismo, que desconociera que 'al otro lado' las cosas cambiaban.

  Pronto, Pink Floyd cantó The Wall en Potsdamerplatz, ahí donde el Muro había sido más lacerante. Y Bowie, que vivió una larga temporada en Berlín, cantó al Mauer incluso en alemán. Como una corriente inesperada, creativos de todo el mundo fueron recalando en la ciudad, una ciudad esquilmada, dividida, aturdida y con pocos recursos. Incluso hubo quienes se marcharon, con la reunificación, a ciudades más acaudaladas, como Munich o Frankfurt. Miles de pisos quedaron vacíos; según la fotógrafa e historiadora Erika Ede, hasta 160.000. De ahí que, durante dos décadas, los precios de la vivienda han sido tan asequibles en Berlín, una ciudad llena de fábricas abandonadas...



Este último año, los vagones de metro berlineses han 'vestido' sus ventanas con el icono de Brandenburg Tor.


  Mis contactos en Berlín coinciden en que fueron los artistas, y legiones de mujeres, quienes reconstruyeron la ciudad. Ladrillo a ladrillo, nunca mejor dicho. Hubo una corriente de energía creativa y reivindicativa que erigió Berlín como estandarte de la libertad máxima, dejados atrás las guerras, el nazismo y la cruel y castrante separación de 28 años. Ese espíritu ha ido perdurando desde entonces, para orgullo de los berlineses, que estos días, y sobre todo hoy, quieren mostrar al mundo "lo que no debe repetirse", indica Christian Tänzler. Y todo ello ha ido llevando a una casi obsesión antiracista, a una ciudad sin ostentaciones y liberal, con ciudadanos que se sienten de izquierdas. A un Museo del Muro en Checkpoint Charlie, a exposiciones monográficas sobre el espionaje, la vida dividida en el Tränenpalast... y hasta un Museo de la Historia de los Alemanes, centro inusual en otros países.

  Los artistas Ana García-Pineda e Ignacio Uriarte así lo narran: en Berlín, a los niños se les enseña en la escuela, y llevándoles a esos museos, lo que no tendría que haber ocurrido. En una mentalidad individualista y respetuosa, incluso hasta extremos: se suelen independizar a los 18 años y un 65% de los apartamentos berlineses están ocupados por singles, cuenta Stefano Gualdi. El artista de origen vasco Víctor Landeta también observa que en ocasiones puede llegar a ser excesiva esa mentalidad de autonomía. Landeta es de los pocos artistas del mundo que está pintando en trozos de Muro, y esta semana le han colocado uno de sus rostros de Premios Nobel de la Paz enfrente de la Puerta de Brandenburgo, en el hotel Adlon. Está muy contento de poder hacer arte sobre un lienzo que fue tan corrosivo: de poder hablar de paz en restos de lo que no tenía que haber sido.



Christian Tänzler, de VisitBerlin, ya no usa el coche por esta ciudad de bicis. De fondo, la Isla de los Museos y la Dom.


  Con todo, Berlín se ha convertido en una homóloga de Nueva York en Europa, sobrepasando en potencia artística a París o Londres. Es decir, que sus movimientos multiculturales están muy vivos, en vanguardia, y ha ido siendo tomada por artistas, fotógrafos, cineastas, escritores, músicos, cocineros, cantantes, góticos... de 187 nacionalidades, lo que la llena de eventos y ofertas de ocio y culturales inabarcables. Con importantes inversiones en arte. La homosexualidad tiene aquí un marco feliz, de convivencia entre diferentes, y así se ve plácidamente besarse o caminar abrazadas a parejas gays por el centro de la ciudad.

  Además, los precios aún son asequibles, lo que anima a muchos jóvenes a probar suerte en la capital alemana. De todas formas, y como señalan muchos inmigrantes, no hay que olvidar que, pese a ser una gran potencia turística y hostelera, Berlín es "sexy pero pobre", que no genera la riqueza económica de Stuttgart, Munich, Frankfurt, Hamburgo..., de modo que sus tasas de paro son más altas. Eso sí, si dan con una happy hour podrán comer o cenar por menos de 5 euros...



Iluminación de Brandenburg Tor, estas últimas semanas, de noche. El Festival de Luces ha sido precioso por el centro de la ciudad.



  Este año Jubileo de la Caída del Muro, la oferta de ocio berlinesa se ha multiplicado -y eso que habitualmente hay ¡más de mil eventos al día!-. Por ejemplo, los festivales van rotando: el Cut, la Berlin Art Week, la Biennale, la Berlinale... y, con la inclusión de las exposiciones de Ai Wei Wei y de Bowie en Martin Gropius-Bau, el Festival of Lights reciente -con iluminación en movimiento de edificios emblemáticos-, la creación del Centro de Documentación del Muro, un festival de cine monográfico, los tours guiados cada hora, etc., la ciudad ha querido gritar al mundo lo que pasó, lo que no deberá repetirse y el orgullo que sienten de ser, actualmente, una ciudad moderna y civilizada. Superada "la división tan larga", que fue "un desastre" para Berlín, estima Tänzler.

  Así, este fin de semana está teniendo lugar el momento álgido del Jubileo, con el speech hoy de Angela Merkel, desde el alto mirador frente a Bernauer, y la disposición de una hilera de 15,3 kilómetros de globos de helio iluminados por la línea metafórica del Muro. Desde Bornholmerstrasse, pasando por Bernauer, Brandenburg Tor, Postdamerplatz, Checkpoint Charlie, la East Side Gallery y Overbaumbrücke. Una preciosa imagen donde antes sólo hubo horror. Y un centenar de videowalls están mostrando, en diferentes puntos de la ciudad, escenas de la segunda Gran Guerra, de los años 60, de la época del Muro... Porque un pueblo que olvida sus errores está condenado a repetirlos.




La impactante exposición de Ai Wei Wei vino a reforzar el espíritu reivindicativo del Jubileo del Muro y de la propia Berlín.



  La ciudad está exultante esta semana, y hasta los supermercados de barrio están tirando los precios. Hace dos semanas, todas las primeras planas de los periódicos mostraban una Angela Merkel con una cestita de la compra roja, en el súper. Tampoco debería extrañar tanto ese acto cotidiano, pues los berlineses son poco ostentosos. Prefieren un buen abrigo y calzado cómodo a ir incómodos pero guardando apariencias. Siempre con sus bicis, o a buen paso rumbo a la estación de tren, metro o tranvía. Rodeados de grandes parques y lagos, cuidadosos de sus abejas, pájaros, ardillas y zorros. Críticos y de izquierdas, se autodefinen, y ya cuando los nazis tomaron la ciudad se caracterizaban por ello. Así, el Admiral Palast parodia a una Merkel que zozobra, como Kate Winslet en Titanic. Y en junio lograron por referéndum que en su parque Tempelhofer Freiheit (Libertad) no construyeran apartamentos y tiendas de lujo. No en ese parque simbólico del paseo, la naturaleza, la barbacoa, el corretear de los niños... disfrutable por todos. En una ciudad en la que el alcalde ha dimitido por no cumplir con los plazos de un proyecto.

  La "república independiente de Berlín", como la definen muchos alemanes, aún no es homogénea; según muchos berlineses faltará una generación para lograrlo. Todavía hay museos, teatros, escuelas y hasta zoos duplicados. Y fábricas abandonadas y reconvertidas en restaurantes o estudios de artistas, en un paisaje algo cubista, de contrastes, como la iglesia de la Memoria, con la torre rota por los bombardeos del siglo XX, enfrente de edificios futuristas. La escritora de origen argentino Esther Andradi me muestra el pasado y el futuro de Berlín por el área de Potsdamerplatz y todo lo relativo a la Berlinale. Pronto publicará en España Mi Berlín, sus retratos del antes, durante y después del Muro. La jirafa de Lego nos mira, divertida, entre rascacielos. Es uno de los ejemplos de una ciudad que mira al futuro con pragmatismo y, aunque la burguesía empuja por poseerla, todavía soñando con un mundo mejor.





La jirafa hecha con piezas de Lego, en el modernísimo Sony Center, es una mirada al futuro y la creatividad.




Para más información: Programa de Onda Vasca sobre el Jubileo de la Caída del Muro (7 de noviembre). Y programa emitido el 14 de junio desde Berlín
Reportaje sobre los movimientos literarios berlineses en Aurora Boreal (8 de noviembre)
Berlín, más joven 25 años después (Gea Photowords, julio 2014)
Reportaje sobre los 25 años sin Muro en Deia y Diario de Noticias (julio 2014). Y recorrido por sus hitos en la revista ON (agosto 2014, págs. 28-33)
Página oficial del 9 de Octubre en Leipzig. Reportaje en La Vanguardia
Entrevista a la escritora Esther Andradi, autora de 'Mi Berlín' (Deia, 2015)
Reportaje en Alemania sobre los 25 años de Reunificación, eclipsados por el drama migratorio
Alemania, 30 años después de la reunificación (vídeo, con Esther Andradi)
El miércoles, reportaje en El asombrario (con reflejo en Eldiario.es) sobre la creatividad más libre por todos los rincones de Berlín
El jueves 13 de noviembre, entrevista sobre viajes culturales y recorridos literarios berlineses en el programa radiofónico de Chus Sánchez 'Leer para creer'
Momentos multiculturales en Berlín (El Tintero, junio 2014) y Lengua y cultura vascas, in crescendo en Berlín, Leipzig... La importancia de Humboldt (Deia, 16 de noviembre)
Reportaje sobre los retratos de artistas que revitalizaron Berlín en los 90, del fotógrafo David Hornback (Deia, 1 de diciembre)
Programa de radio sobre el Muro en La Contrahistoria
Galería fotográfica de Berlín en El Tintero

martes, 4 de febrero de 2014

ALEGATO DE LA AUTENTICIDAD



Se acerca Edita Nómada, y coincide que una de las poetas bilbaínas más brillantes, Blanca Sarasua, está girando con su último poemario, 'Baciyelmo', otro redoble de tambor de su ingenio, audacia y reposado y demostrado gusto por lo que merece la pena



Texto y fotos: Cristina M. Sacristán



Blanca Sarasua posa con su último libro junto al bilbaíno Teatro Arriaga. Muchas musas juntas...


(...) Luego aprendí a pensar
y nada me separa de mí misma,
ningún otro movimiento nacional
confisca mi aire libre.
Yo no tengo una patria que marque territorio,
ese es mi pueblo inédito: mi libertad sin red
arriba de las siglas, buscando emparejarse
con quien pueda entenderlo.
                                                       (7 de julio de 1965, Música de Aldaba)



  Como lo hicieran Simone de Beauvoir y Sartre, Blanca Sarasua e Ignacio Ipiña caminaron cuatro décadas por senderos de cereal, de molinos de viento, de musgo y arena de Urdaibai. Pero, al igual que aquellos dos talentos galos, Blanca recuerda hoy que su marido, siendo un gran hombre -como pareja, como persona, como pintor-, no interfería en su escritura, del mismo modo que ella no intervenía en su profusa obra pictórica.

  Con esta moderna premisa, charlo de nuevo y muy a gusto con Blanca, bilbaína de nacimiento y "ciudadana del mundo", a sus "60 y 14", tras haber dado a luz su Baciyelmo, poemario en el que de algún modo responde a la prosa de Cervantes con sus versos. Aguda, consigue que el conjunto maride con equilibrio y gracia, pues si algo distingue a Blanca es su sentido del humor, sus ganas de vivir, de aprender. Y así evoca a Ingres, que en su último hálito de vida dijo "estar aprendiendo". "La pasión hay que tenerla hasta los 90. Yo no sé vivir de otra manera; si no, estaría muerta", asevera Blanca, añadiendo con mirada joven, más joven que la de muchos jóvenes, que siempre le ha gustado "hacerme preguntas". Curiosidad e inquietud que, confirma, le hacen despertarse cada mañana con ganas de seguir descubriendo.



Cuando sea mayor quiero ser una plaza
y ofrecerme a la gente para hablar.
Una raya de frío lesiona el horizonte
y la vida me enseña su percal arrugado (...)
                                                 (Música de aldaba)

  Y es que, en poesía, dice, "siempre estás buscando... afortunadamente. No estamos llegando nunca. Un poema no está terminado nunca". ¿Y por qué la poesía y no la narrativa, por ejemplo? "Porque es la quintaesencia. Una frase, una idea puede dar la vuelta al mundo. Una sola idea puede dar sentido a una vida. Sobre todo tiene que hacernos pensar, por eso odio la poesía-florero".



Que no me guarden nichos,
quiero andar por la muerte,
yo no soportaría el peso de una lápida.
Necesito aire suelto, con espacios abiertos.
Sigue leyendo el patio su tedioso monólogo
doblando de impotencia sus rodillas,
y le acerco una silla a esa idea cansada,
porque yo sólo escucho con el derecho a réplica.


  Parafrasea a León Felipe, a Szymborska, a Ángela Figuera, a Eduardo Apodaca. Muy amiga de Pablo González de Langarika, de José Fernández de la Sota, de Figuera... ha ido trabando amistad con uno de los "grandes poetas" que ella leía cuando empezaba, el catalán Enrique Badosa. Inevitable entre los poetas vascos, ha recibido premios como el Ernestina de Champourcin (Ballestas contra el miedo), Raimundo Ramírez de Antón, Sarmiento... aunque ella no se da importancia. Colaboradora de revistas literarias como Zurgai, Albor, Alborada, etc., también ha publicado en algunos periódicos regionales. Recuerda con cariño aquellos primeros años de las reuniones poéticas en el Boulevard del Casco Viejo bilbaíno, "fantásticas".


Huyen. Se ve que huyen
vueltas de espaldas a la tierra.
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
Para buscar lo que buscamos
(¿dónde está mi sortija?) una cerilla es buena,
y la luz del gas,
y la maravillosa luz eléctrica…
Nosotros no hemos visto todavía
los ojos de una estrella.
                                                               (León Felipe, Poemas menores)

 

  Los clásicos impregnan la obra de Blanca, aunque su arrojo y juventud irreductibles consiguen unos versos muy contundentes y vanguardistas:



Mar con rejas.
Cadena perpetua, mar,
volcanes en tu heráldica.
Madre lava, madre sin hijos,
madre,
negro contra luz
en pugna abierta.
Pasaje para el viento:
el único que escapa.
Cadena perpetua en tu belleza,
Lanzarote


  Pero también le gusta perderse por los pequeños pueblos, disfrutar de esos huevos de corral en una aldea perdida de Huesca, charlar con el alma desnuda... Blanca hace honor a su nombre, con esa limpieza de espíritu, con su vitalidad, con su gran sombrero rojo, retando a las estúpidas convenciones sociales. "Son un lastre", afirma sin rubores. Y es que "en la poesía me siento a gusto. Y escribo porque me sale de las narices, con toda la libertad de quien sabe que no le van a publicar nunca. El comienzo de un poema es sólo mío...".


No me toques
con esas uñas largas,
pueblo roto,
quiero sentir tu piel
no tu armamento
                                                (Piel sin armas, Música de aldaba)

  Ahora, tras nueve libros y algunas antologías significativas, Blanca se ha atrevido con Cervantes, a quien pide disculpas por su osadía, como lo hiciera con Beethoven en su originalísima Música de Aldaba. Este último poemario, Premio San Juan de la Cruz 2008, se inspiró en los golpes que dicen que un Beethoven ya sordo tradujo en su Quinta Sinfonía. Toda una metáfora que la llevó a volcar, con coraje y pasión, poemas llenos de contenido y, claro, también de forma.



  Los dos de nuevo, Sancho y don Quijote,
por las tierras sin lindes de Castilla.
La tarde va cumpliendo su palabra
y escribirá el ocaso su luz sacralizada.
Silabea la risa en su algazara,
rebuzna el rucio, relincha Rocinante
y los cuatro se entienden
en un único idioma:
el de la libertad.
                    (Baciyelmo)


  En Baciyelmo (Biblioteca Nueva), Blanca extrae capítulos de la prodigiosa obra de Cervantes y ofrece su visión poética, socarrona, tierna, a través de sus versos. Interesada particularmente en la figura de Sancho, tan práctico, sencillo, del pueblo, centrado... la poeta navega "entre lo coloquial y lo culto, entre el juego humorístico y la aspiración ideal", define en su prólogo José Fernández de la Sota.



Olvide a Dulcinea, señor de la tristeza,
aunque sin ella no suenen las campanas.
Si llegan a encontrarla, qué dirán
los gigantes enviados por vos
a postrarse ante ella.
Dulcinea ensoñada...
(...)


  La poeta llega hasta la conclusión de la novela, adentrándose en los sentimientos del noble hidalgo de La Mancha:


Me muero de tristeza, Sancho, amigo,
ahora sé que no existe Dulcinea
y no hay árnica que cure el desengaño.
Queda un solar para el recuerdo inútil
que no construye nada que se mueva,
porque la muerte siempre se lo encuentra
en cualquier pasadizo.
Y te daré mi último consejo:
lleva tu soliloquio con decencia.
Me voy sin entender por qué no hay yelmos
si son tan necesarios



  Se trata de un original y muy esmerado trabajo en torno a uno de los clásicos a ensalzar, y así lleva meses Blanca, recitándolo por diferentes puntos de la Península.





 

  Ahora ya afronta un nuevo poemario, que está "muy avanzado", y tiene algún poema inédito metido en algún cajón. Me lo cuenta en el estudio lleno de estrellas donde pintaba Ipiña, y al otro lado, viendo las chimeneas del Casco Viejo de Bilbao, ella componía sus versos... Un espacio de madera, cuadros y libros, abstracción del auténtico amor al arte. El que les hizo confluir en la vida y hoy sigue siendo tractor de los enérgicos pasos de Blanca Sarasua, ajena al artificio del mundanal ruido...



Entre cuadros de Ipiña, en el estudio que compartían en el Casco Viejo de Bilbao.


Pido una prórroga porque aún no he comprendido.
Libertad de perfil, qué mal te expresas,
no enseñas tu relieve,
no estallas en la página.
Quédate por lo menos en forma de secuela,
afíncate con garra,
pleitea con mis noches.

Cualquier cosa mejor
que declararte autista.
                                                   (Libertad de perfil, Música de Aldaba)



Para más información: González de Langarika, el buscador de la luz
Web Zurgai
Reportaje sobre Poetas Vascos (Deia, 2009) y Día de la poesía: Aún pequeña pero resistente
Edita Nómada, desde este fin de semana en Bilbao
Entrevistas a Itziar Mínguez (Deia, revista Pérgola)
Reportaje sobre Metaliteratura en la revista Pérgola
Cosecha de pensamientos . Afterhours, de Uberto Stabile. Presentación en Bilbao el sábado 8, 20 hs., en Villarías 2. Entrevistaré en directo a Uberto y recitarán poemas varios autores
Tras los pasos de Szymborska y Conrad (El Tintero, 2013)
Reportajes de investigación sobre el castellano en Nueva York (Qué leer, El Tintero, LUPI) En unos días, creativos vascos en Nueva York, en El Tintero
Reportajes sobre movimientos artísticos y literarios multiculturales en Berlín (Deia, El Asombrario, El Tintero, Aurora Boreal)
Web Escritores Vascos
Reportaje sobre la vida y obra de Ignacio Ipiña (Deia, mayo 2014)


Andrés Neuman: "La poesía tiene lugar en el silencio de casa y de lunes a domingo" (Deia)
Entrevista Bahiyyih Nakhjavani (Emakunde, 2011)
Más temas literarios y culturales recogidos en El Tintero y en el apartado Trabajos
La pintura de Víctor de Landeta, sutileza y armonía (Deia, hace 2 días)


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