sábado, 17 de enero de 2015

¿QUIÉN PUEDE VOLAR?

Texto: Cristina M. Sacristán
Foto: Enrique Moreno Esquibel



El clavadista parece sobrevolar el Museo Guggenheim suspendido en el aire. ¿Magia, realidad, técnica... sueños?



  ¿Puede una persona volar?

  De eso habla (sin palabras) Markeliñe en su recién estrenada obra 'Quijote'. La poeta Blanca Sarasua introducía su segundo libro, El cerco de los pájaros, diciendo:


Las ideas, lo mismo que los pájaros,
sólo son hermosas en su vuelo.
A todo aquel que busca la palmada precisa
para hacerlas volar.
A todo aquel que vive cercado por sus pájaros


  Laboa sabía que amar a un pájaro enjaulado era un castigo para ambos -"eta nik txoria nuen maite..."-. La valiente Sophie, viajera mediática e invidente, rompió a correr sobre un volcán extinguido y ahí sintió como pocas veces sus alas... más que cuando la transportaron en helicóptero.

  A todos nos enseñan a no volar... insistentemente... así que solemos conformarnos con dejar escapar al aire nuestros sueños...

  A mi compañero Enrique Moreno no le gusta demasiado hablar. Él prefiere expresar su visión de la vida plasmando escenas. Lo imagino encaramado en la perspectiva más perfecta -siempre buscando la belleza y la perfección-, lanzando desde su mente energía al clavadista para que desafiara al viento, al menos un momento, y se aliara con su cámara fotográfica inmortalizadora de sueños...

  Y en esa cámara, una vez más, como en una chistera de Mary Poppins, surgió uno de sus mágicos partos. Nadie sabemos aún cómo, pero Enrique ha conseguido que el pájaro humano, un Birdman, se deslizara entre el cielo y los paneles del edificio increíble de Gehry, dibujando una línea imposible. Imposible pero... ¿real?

  Ninguno lo hemos averiguado aún. No sabemos si se trata de un ángel, o si Enrique sopló fuertemente para detenerle en su vuelo. La cuestión es que está ahí, tocando las teclas de titanio con sus alas, deleitando nuestras retinas interrogantes con su estiramiento helénico. Rozando con las yemas de sus dedos el premio Nikon 2014, en categoría Deporte.

  Mereció la pena probar las alas... una vez más... Siempre.


I believe I can fly
I believe I can touch the sky (...)
Spread my wings and fly away...



Para más información: Fotos de besos internacionales de Enrique Moreno
Desde el viento (El Tintero, 2014)
El yin y el yang de Cervantes (Deia, 9 de enero)
Primera travesía en globo sobre las Bardenas Reales (Euskal Herria, 2008)
Sobre los museos del mundo (mis reportajes, recogidos en el blog)
Feliz libertad (un cuento de Año Nuevo)


4 comentarios:

  1. Es precioso, Cristina.
    Saludos desde Brisbane (Australia

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  2. Gracias, José Ramón!
    ¡Qué buen viaje, Australia! Ya me contarás... Have fun, ondo pasa!

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  3. Respuestas
    1. Me alegro mucho de que te guste, Mª José. Seguimos surcando caminos, un abrazo!

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