lunes, 9 de febrero de 2015

A CASI NADIE LE GUSTA LA OSCURIDAD...

La Berlinale ha arrancado con su característico color rojo cereza berlinés, llenando de sueños las calles de Berlín. Un lugar donde todavía la gente se permite soñar: con una sociedad más natural, con un mundo más justo, con unas vidas más plenas... 



Texto y fotos: Cristina M. Sacristán



El photocall estaba atestado... hubo que improvisar. Cosas del directo. En la imagen, Binoche abraza a Coixet, en buen ambiente.



  La gente suele soñar...

  Durante siglos, leía novelas o veía obras de teatro, para transportarse a lomos de corceles, pilotar aviones futuristas, alcanzar cimas o destinos imposibles, amar y ser amado por alguien noble y sincero...

  Antes de eso, el lenguaje oral transmitía de padres a hijos, de abuelos a nietos, esas historias magníficas, redondas, en que el bien triunfaba sobre el mal, en que la noche terminaba para dar paso a la claridad... y, entonces, todo se arreglaba.



Aspecto del Berlinale Palast la víspera de la inauguración de la 65ª Berlinale, el pasado miércoles.



  Estos días, los cinéfilos se agolpan en Berlín, en torno a la Berlinale. El cine tiene el poder magnético de atrapar, en un tiempo limitado, a ese pequeño espectador, en su butaca roja, invadido por un sonido envolvente y perfecto, por esa enorme pantalla llena de claros y oscuros, de historias cálidas y soñadoras, realistas y azules, coloristas y fantásticas...

  Y actores y actrices interpretan, de nuevo, su función. Se ponen sus mejores galas, se peinan y maquillan como si fuera la última vez en su vida, caminan como estatuas bellas y deseables, y soportan el frío para sonreír seductoramente a ese respetable que, década tras década, sigue creyendo que son iconos, que sus vidas son ideales, que no sufren ni se sientan, con ojeras, en las mañanas grises, en las tazas de sus váteres...

  De todo esto sabe mucho Isabel Coixet, de que a casi nadie le gusta la oscuridad, que los cinéfilos quieren que les mientan, que les mientan a sabiendas, que les cuenten un cuento de colores para alejarse de la gripe invernal, de la subida de los precios, de la incapacidad para salir de la crisis, del desamor y las lágrimas al alejarse esa persona con quien creíamos que podíamos construir algo en la vida...




Claudia Sult y Julia Rautenberg, de VisitBerlin, posan en el café Billy Wilder, en el Sony Center, junto al Museo del Cine.



  Pero los directores como Coixet van más allá, y aprovechan esa hipnosis que produce la gran pantalla para agitarnos, para decirnos que otro mundo es posible. Que en realidad podemos saltar a la alfombra roja y ser nosotros los protagonistas. Reencontrarnos con el héroe o la heroína que todos llevamos siempre dentro.

  Pero que nadie nos enseña a encontrar...

  Lo ideal de todo el glamour que rodea a este tiempo de flashes y grandes focos es que terminemos convencidos de que todos podemos coronar la Antártida; que, día a día, somos capaces de construir, o reconstruir, nuestros proyectos vitales. Que a ser fuerte también se aprende. Que todo o casi todo es posible si se sabe o se quiere luchar por ello...




Cientos de periodistas se agolpaban el jueves 5 en el Hyatt Hotel para conocer al elenco de 'Nadie quiere la noche', que abría el Festival.



  Aunque los sueños suelen ser nocturnos, a casi todos nos gusta soñar también de día...

  En cambio, el sábado veía la inquietante aventura de Victoria, una inmigrante de Madrid que se va perdiendo en la madrugada berlinesa con una pandilla oriunda y con algunas cuentas por saldar... Victoria parlotea en su inglés con acento Spanglish con unos berlineses algo suburbiales, y se va metiendo en un lío. La cámara la sigue a todas partes, en una secuencia única, como en La soga de Hitchcock. Como un Ulises de Joyce en un intento desesperado por amanecer...

  En el caso de Juliette Binoche, se zambulle en la noche ártica, en busca de la gloria, y se va dando cuenta, en su tránsito, de que el día a día en la supervivencia nos pone en una tabla rasa, en la que sólo somos seres humanos. Que cuando nacemos y cuando morimos, todos somos iguales, desnudos y sin bolsillos donde atesorar esos objetos que nos enaltecen, que nos hacen sentirnos superiores sobre los que no los tienen...





Coixet hizo reír a sus actores en la presentación a la prensa de su premiere. Buena química entre el elenco de su película.


  Alguien que ha venido a la Berlinale a demostrar que la gran pantalla puede ser vehículo para cambiar las cosas es Patricio Guzmán. El autor chileno recorre, gota a gota, con deliciosas imágenes, el recorrido del agua por el Universo; por su país, el más largo del planeta; por bosques, riachuelos, océanos y glaciares... Y, con el líquido elemento como hilo conductor, nos acerca al exterminio de los indígenas de la Patagonia. Y a las torturas del periodo de Pinochet, con los seguidores de Allende siendo arrojados al mar, en un vano y siniestro intento de borrar la locura...

  El agua y El botón de nácar hilan esta oda a la belleza y al respeto al prójimo. Esta canción en la que el autor lamenta, con un gemido exquisito, que no haya más agua para lavar la suciedad de algunos hombres. Una de los contados nativos mira a cámara y va traduciendo palabras del castellano. Se detiene en "Dios" y "policía". "No, ésa no"-, se refiere al todopoderoso. No usaban ni Dios ni policía. ¿Para qué, si eran felices? Antes de que los acosaran los blancos, claro...



A punto de iniciarse en el Cinemaxx 'Victoria', una aventura en la madrugada berlinesa, protagonizada por una inmigrante madrileña.



  Las pantallas blancas, como inertes, se llenan de vida ante los cientos y miles de espectadores curiosos. Filmes en polaco, castellano, inglés, japonés... que van siendo traducidos al inglés y al alemán. En Berlín, y en la Berlinale, hay un lenguaje universal que hace que perfectos desconocidos nos demos paso, ayudemos con el teclado, nos invitemos a un café, comentemos lo extraordinario de la película... Ojalá este lenguaje nos uniera más como humanos; ojalá ese hilo conductor, como el agua de Guzmán, nos sirviera para preservar precisamente los pequeños idiomas de la infancia... Para combinar lo macro con lo micro, para estar juntos dentro de la diversidad...

  Como si leyera este pensamiento mío, se despide de mí un periodista estadounidense al que he ayudado a encontrar algunos signos en el teclado alemán. Me da las gracias y me desea buena Berlinale. Al descubrir que soy de Bilbao, suelta una exclamación y me dice "Gero arte!".



La salida del Hyatt Hotel resulta estos días como una estampa animada y navideña... Frío hace, pero el ambiente es divertido.



  Son curiosos estos lugares multiculturales, como Nueva York o Berlín. En ellos experimento sensaciones parecidas a las de los aeropuertos o Fitur: en unos pocos metros se junta la fina mujer tailandesa casada con un alemán, el italiano que trabaja para un medio americano, el alemán que habla en castellano, el madrileño que habla en alemán...

  En esta ocasión, 19 películas compiten en la Sección Oficial. Álex de la Iglesia ha venido con Messi. Los cines están llenos y los cinéfilos hacen colas. También hay quien practica la reventa, por ejemplo en el Friedrichstadt Palast, que no perdona el ticket (incluso a los periodistas acreditados). El Festival ha ido creciendo, en cantidad y calidad, y su envergadura es indiscutible.

  En el caso de Body, se trata de una producción polaca que demuestra cómo funcionamos por tópicos. El sentido del humor existe en este duelo por la esposa y madre fallecida, en medio de las lagrimas que no logran salir y se expresan como pueden... La busqueda de esperanza en el vacío que deja el ser querido, y los momentos cómicos, son captados al momento por el respetable de todos los orígenes...



 

Las bellas de Hollywood se han aliado con L'Oreal para promover la Berlinale, flamantemente, en Potsdamerplatz.



  En VisitBerlin saben que la Berlinale es uno de los ganchos principales de la capital alemana, si bien su programa de eventos es inabarcable: unos 1.500 al día, calculan. Junto con la Bienale, la Berlin Art Week de septiembre, la Fashion Week y la ITB -feria que saca delantera a Fitur en Madrid-, un largo elenco de festivales, ferias, conciertos, congresos, exposiciones y nuevos espacios expositivos se dejan contagiar por la burbujeante actividad cultural e intelectual de la urbe germana...

  Es curioso que Potsdamerplatz fuera la zona mas ancha y doliente del Muro (Schandmauer). Actualmente, y sobre todo en la Berlinale, está llena de alternativas de ocio, compras, cine, cafeterías y restaurantes... bastante cool. Zona vivificante, sí, donde actrices que suelen desfilar por la alfombra roja miran a los viandantes con poderío, desde una enorme valla instalada por L'Oreal. Enfrente, algunos restos del Muro, para que nadie olvide el pasado.

  El Arkaden, una galería comercial próxima al Berlinale Palast, se ha llenado de osos en todos los formatos. Al anochecer, algunas luces caen como estrellas fugaces, por las ramas de los árboles. La gente charla animadamente... La primera vez que visité esta zona fue acompañada de la escritora Esther Andradi. La jirafa del Sony Center nos miraba, traviesa, y los rascacielos picudos competían en importancia con la Filarmonía, la biblioteca, el Museo del Cine y el Hyatt. El Billy Wilder's inspira a los cinéfilos, en una charla en torno a un café...

  Flamantes Audis transportan a las estrellas, aclamadas por el público. Hace unas horas, Hellen Mirren atraía numerosos flashes, junto al Hyatt. Audi es uno de los protagonistas de la 65a edición de la Berlinale, y ha tomado la zona. Así, mientras en algunos carteles Julianne Moore promueve el tinte color caoba con L´Oreal, un gran anuncio, con un cochazo, exclama, como animándonos, al inicio de esta edición de sueños: Und... Action!



El pasado octubre, conocí el area del Hyatt, en el Sony Center. Unas nubes rojizas se posaron sobre él, como en un hermoso presagio...





Para más información: Charla con Isabel Coixet antes de inaugurar la Berlinale 2015 (Grupo Noticias, 6 de febrero)
Programa de radio sobre la Berlinale (Onda Vasca, viernes 6, y el viernes 13, de nuevo en directo, desde Berlín)
Recorrido por los múltiples eventos de Berlín (ON, marzo 2015. Págs. 30-33)
¿Quién puede volar? (fotos mágicas, en El Tintero, 2015)
El 'cine' de la Torre Tavira, vigía de la luz (El Tintero, 2015)
No hay paz para los guionistas, pero sí buenas ideas (Deia, octubre 2013)
Atrezzo, el baúl de la televisión (revista ON, El Tintero, 2014)
Film CommissionsSe rueda en la ciudad  (Deia, 2009)
Reportaje sobre la aventura transmedia de Juego de Tronos (Deia, abril 2014)
Momentos (multi)culturales en Berlín (El Tintero, 2014)
Reportajes sobre las expresiones creativas en Berlín (Deia, El Tintero, El Asombrario...)
Reportajes sobre el Jubileo de la Caída del Muro (Deia, Gea Photowords, ON, El Tintero, Onda Vasca... 2014)
Web Berlinale 2015
Web VisitBerlin
Vueling to Berlin

No hay comentarios:

Publicar un comentario